*La contienda hacia 2024 será con todo, hasta intrigas
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / EL PRESIDENTE Andrés Manuel López Obrador está decidido a que la candidata a la Presidencia de la República en el 2024 sea, ni más ni menos, que la actual jefa de Gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum -en aras de pasar a la historia como el mandatario que facilitó el acceso a una mujer a la primera magistratura del País, algo que ni siquiera ha logrado Estados Unidos, una de las democracias más sólidas del mundo-, y en ese tenor no duda en sacrificar a Marcelo Luis Ebrard Casaubón, a quien ya inmoló en alguna ocasión en 2012, cuando el ahora Secretario de Relaciones Exteriores anunció el martes 15 de Noviembre de aquel año que las encuestas para definir al candidato a la Presidencia abanderado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no le favorecían y, por tanto, permanecería en su cargo como jefe de Gobierno del, entonces, Distrito Federal hasta el 5 de diciembre de 2012, sumándose, posteriormente a AMLO. Sería el primer mandatario local que terminaría el sexenio sin buscar una candidatura, desmintiendo el rumor de que se postularía como candidato al Senado o la Cámara de Diputados. El margen fue mínimo, pero el entonces jefe de Gobierno del DF consideró vital para ganar las elecciones de 2012 que la persona que ganara la encuesta respetara el resultado y mantuviera la unidad de ese partido, ahora repudiado por AMLO, por lo que reiteró que si no ganaba la encuesta respaldaría a López Obrador. Y aunque AMLO ha dicho, recientemente, que no tiene ningún preferido ni a ninguna preferida para el 2024 argumentando que: “hablando en términos de pluralidad. ¿Quién lo va a decidir en su momento?, el ciudadano. Se hace una encuesta y se ve quién es quién y se resuelve el problema. Ese es el método que yo considero más conveniente”. Pero lo cierto es que Sheinbaum Pardo es la mujer que el Presidente quiere dejar de sucesora para así decir que su Cuarta Transformación abrió espacios, incluso, a las mujeres.
LO PEOR es que la lucha por la Presidencia de la República ya inició, y acaso lo terrible es que se darán con todo, como lo demuestra la reciente declaración de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México que atribuye a errores en la construcción el desplome de la Línea 12 del Metro ocurrido el pasado 3 de Mayo, concretamente en la estación Olivos-Tezonco con saldo de 26 personas fallecidas y 80 heridos. El anuncio, por supuesto, tiene un destinatario: Marcelo Ebrard en cuya gestión se construyó esa línea, e incluso la inauguró acompañado del peor enemigo del ahora Presidente Andrés Manuel López Obrador, en este caso el ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa cuya administración aportó 2 mil millones de pesos. Y no se dijo una vez sino varias: “el colapso se debió a errores en la construcción de la llamada ‘Línea Dorada’. Para que no quedara dudas, Ulises Lara, vocero de la Fiscalía capitalina (al servicio de Claudia Sheinbaum), detalló los hallazgos en la investigación realizada por peritos y especialistas contratados por la dependencia, entre estos, la instalación insuficiente de pernos, diseño inadecuado de la conexión inferior, mala calidad de soldaduras y deficiencias de origen que están en el diseño, por lo que concluyó que se trató de errores en construcción la causa del colapso de la Línea 12 del Metro que dejó como saldo 26 muertos.
LO QUE queda claro es que el anuncio no fue fortuito. En las semanas o meses recientes, el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard ha exhibido su alianza con el coordinador de los Senadores de MoReNa, Ricardo Monreal Avila. Lo ha hecho en diferentes foros, y lo que no dice Ebrard lo sostiene Monreal: apenas el pasado domingo 26 de Septiembre, el senador de Morena se destapó para contender por la presidencia de la República. Sin embargo, el también ex gobernador de Zacatecas no ha sido mencionado por el jefe del Ejecutivo federal para ocupar ese puesto. Ese día, ante las insistentes preguntas reiteró: “Sí, por supuesto. En su momento, que llegue el momento apropiado, sí, una vez que se lance la convocatoria, estoy preparado, estoy en la plenitud de mi lucidez, de mi inteligencia y de mi experiencia. Y creo que puedo profundizar el cambio y esta transición política que inició el presidente López Obrador. Puedo ser el mejor y el más auténtico continuador de este proceso democrático que está viviendo México”, y Monreal Ávila indicó que competirá bajo las reglas que ponga Morena en la convocatoria para elegir al próximo candidato presidencial, y hay quienes supusieron que hablaba como si fuera la voz de Marcelo Ebrard.
Y QUIZA esa alianza es la que ha molestado al Presidente López Obrador que está empecinado en la Jefa de Gobierno, quizá buscando seguir interviniendo en política una vez que concluya su mandato, o en busca de emular al célebre Antonio López de Santa Ana, quien fue 11 veces Presidente de la República, aunque en la gran mayoría la ocupó en periodos muy cortos, aunque el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM) sostiene que solo fueron seis veces, esto en gran medida, porque en las ocasiones que fue electo como titular del cargo solicitó múltiples licencias para abandonarlo, para luego reincorporarse con la misma constancia. A lo largo de su extensa carrera política fue considerado ambiguo por participar en partidos contrarios, ya fuera con realistas, monárquicos, republicanos, unitarios, federales, liberales o conservadores (como AMLO en el PRI, PRD y ahora MoReNa), y fue también gobernador de Yucatán (1824-1825) y de Veracruz en 1829. En suma, un apaga fuego que era llamado en caso de urgencia para controlar el País.
COMO FUERA, los resultados de la investigación en torno a la línea 12 del metro, aunque no llevarán a Marcelo Ebrard a prisión, lo marcan para siempre, pues de acuerdo a Ulises Lara, vocero de la Fiscalía, hubo deficiencias en el diseño de esa línea, pues se halló falta de redundancia de la estructura, lo que implica que en caso de que un elemento fallara, la totalidad de la estructura fallaría, por lo que dichos elementos se deberán someter a un protocolo de control de calidad mucho más estricto denominado ‘fractura crítica’, y en el proyecto no se indicó la necesidad de emplear ese protocolo. En pocas palabras, hubo negligencia y hasta indolencia del gobierno capitalino de Marcelo Ebrard al que le resultaría responsabilidad. Y el informe no fue dado sino con la autorización del Presidente Andrés Manuel López Obrador tras ser consultado por Claudia Sheinbaum, en un afán de socavar las aspiraciones de Marcelo a la Presidencia pero, al mismo tiempo, librar al Presidente de las presiones que en su contra ejerce el propia canciller y el Senador Ricardo Monreal de un tiempo a la fecha. La línea 12 del metro, por lo tanto, no solo colapsó y arrebató la vida a 26 personas y dejó 80 heridos, sino que podría sepultar las esperanzas de Marcelo Ebrard de contender como candidato a la Presidencia abanderado por MoReNa, salvo que decida encabezar otra alianza opositora. Así de simple. OPINA [email protected]
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