No obstante, esta estrategia le dio una verdadera bocanada de oxígeno, que le hace creer al de Coahuila que seguirá al frente del SNTE hasta el 2024. Desde luego que Alfonso Cepeda Salas sabe que su situación se asemeja al equilibrista que camina sobre el alambre, un solo paso en falso y tendrá que abandonar los terrenos de la Cuarta Transformación. Aunque se ve difícil que Cepeda Salas pueda conducirse en el camino de la legalidad, al menos en varios estados ya comenzó hacer de las suyas al imponer candidatos a modo que le permitan fortalecerse para llegar al 2024.
No debe olvidar que está obligado a cumplir su compromiso de permitir la renovación de la dirigencia del SNTE mediante procesos verdaderamente democráticos. Por otro lado, las relaciones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá tiene como cláusula clave el cumplimiento de la reforma que establece la democracia sindical. Es un hecho que, si Cepeda Salas se empeña en manosear los cambios de Secciones sindicales, tendrá que enfrentar la furia de los maestros y, lo peor, podría perder la venia de su poderoso aliado presidencial.