Sin una Reforma Estatutaria que garantice el voto libre y secreto, donde todas las planillas participantes tengan la garantía de piso parejo y que no haya línea por parte del actual Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, éste da madruguete y saca las convocatorias de renovación de Directivas Seccionales en Sinaloa y Baja California. Pretendiendo celebrarlas en la segunda quincena de este mes. Al menos, este fin de semana que pasó, y a pesar de la contundencia de las afirmaciones del secretario de organización del CEN del SNTE, en el sentido de que “no hay línea”, los aspirantes continuaron teniendo dudas respecto a la equidad del proceso. Al menos en Sinaloa, el emisario de Cepeda Salas, Juan Manuel Armendáriz Rangel, secretario de organización del CEN del SNTE, quien se reuniera con aspirantes a la dirigencia seccional, no pudo convencer los aspirantes de que “no hay línea”.
Armendáriz Rangel aseguró que el dirigente nacional del SNTE, Alfonso Cepeda Salas, no tiene candidato para dirigir la sección 27 del SNTE y que tiene mucho interés en que se desarrolle una elección justa y democrática. Desde luego, eso nadie lo cree. Sin embargo, en un ambiente de desconfianza e incertidumbre, trascendió que algunos de los aspirantes le manifestaron de manera muy precisa a Juan Manuel Armendáriz Rangel que el dirigente de la sección 27, Edén Inzunza Bernal y el representante del Comité Ejecutivo Nacional, Noé Rodríguez García, están manoseando el proceso, usando los recursos y la estructura del SNTE para favorecer la candidatura de Genaro Torrecillas, aspirante a la secretaría general de la sección por la planilla naranja, considerada la planilla oficial.
De modo que el discurso oficial del SNTE de Cepeda Salas, de que no hay línea, es una burla y una vil mentira en contra del magisterio democrático. Ante todo esto, uno se pregunta ¿qué dice al respecto Luisa María Alcalde, flamante secretaria de Trabajo y Previsión social?
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