Durante sus testimonios, Owen dijo que todos los afroamericanos que se encontraban laborando eran sometidos a estas acciones, además mencionó haber denunciado la situación la empresa, sin embargo, no hicieron nada al respecto: «La imagen progresista de Tesla es una fachada para ocultar el trato denigrante hacia sus empleados afroamericanos».
Por su parte, Valerie Capers Workman, la vicepresidenta de recursos humanos de Tesla, comentó que el ambiente laboral sólo no era perfecto y que ella creía que el lenguaje que utilizaban era de forma amistosa. Esto, aunque Díaz ya había expuesto que se enfrentaban a situaciones racistas. Por otro lado, varios empleados dijeron haber escuchado insultos racistas regularmente hacia sus compañeros afroamericanos.