82.60% de veracruzanos no le creen a Cuitláhuac

Cuitláhuac García Jiménez FOTO: WEB
*Opinan que la inseguridad y violencia van al alza
*García culpa a banda oaxaqueña pero no procede

Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / EN OTRA desafortunada declaración, el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez se atrevió a asegurar el pasado jueves que la inseguridad en el Estado va a la baja, colocando a Veracruz en el segundo Estado más seguro del País, cuando los crímenes en realidad se han tornado más intensos, casi a nivel de barbarie, y no pasa día sin que aparezca un descuartizado o acribillado, u ocurra un levantón o secuestro con desenlaces fatales, amén de robos y asaltos que han provocado intentos de linchamientos. Pero como Cuitláhuac se siente la creación –a imagen y semejanza del Tlatoani Andrés Manuel López Obrador que se monta en una mentira y hay que creérsela porque es el mismísimo titular del Ejecutivo Federal-, intenta tapar el sol con un dedo, cuando en Veracruz en Agosto y Septiembre hubo al menos tres asesinatos diariamente –sin contar el resto de delitos de alto impacto-, y cuando se le recuerda que el sur sigue siendo un infierno, se saca de la manga una baraja con la que asegura que la ola de violencia y de asesinatos en aquella región es perpetrada por una banda delincuencial que quiere entrar a esa zona desde Oaxaca, y en torno al hecho asegura que ya se han detenido jefes de plaza de dos grupos delincuenciales. Enfrascado en su nueva nube de que en Veracruz hay mayor seguridad pública (algo así como en Islandia, por tercer año consecutivo decretado el país más seguro y amigable del mundo, manteniéndose en primera posición desde el año anterior-, ahora responsabiliza del incremento de homicidios en toda la Entidad a esa banda delincuencial que quiere ingresar por el sur del Estado. “Están incursionando esos delincuentes”, expresa, para luego decir que “lo sentimos mucho”, disculpándose, “pero también vamos a dar con ellos, donde estén, donde se quieran refugiar, porque aquí no hay pactos con ninguno” (¿?), y lo dice con tanta certeza que termina por creérselo así mismo, cuando la realidad es muy distinta.

Y ES que de acuerdo a cifras de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) 2021, difundida por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, el 82.60 por ciento de la población considera que Veracruz es un estado peligroso (y vaya que tienen razón), lo que lo ubica entre las 10 Entidades donde sus habitantes se sienten más intranquilos dado el avance de la delincuencia y la impunidad que encubre a la mayoría de los acontecimientos delincuenciales, la que se eleva casi un 98 por ciento. El mayor porcentaje lo tiene el estado de México, con el 91.3 por ciento de sus habitantes que no creen en la seguridad que les brinda el Estado, seguido de la Ciudad de México, con 85.30 por ciento, y de ahí Tabasco, Puebla, Morelos, Guanajuato, y Zacatecas, para dejar el octavo sitio a Veracruz. Y es que el 53.4 por ciento de la población mayor de 18 años considera a la inseguridad como el problema principal en la Entidad, seguido del desempleo con un 48.3 por ciento y la salud con un 39.8 por ciento. Contrario a lo que dice el Gobernador García Jiménez de que Veracruz es ahora el segundo Estado con mayor seguridad en el País, por lo que los veracruzanos, simple y llanamente ya no le creen ni el Bendito. Según la Envipe, la extorsión es el delito más denunciado en territorio Estatal seguido del fraude, luego el robo o asalto en calle o transporte público y enseguida las amenazas verbales, así como el robo en casa habitación y el robo total o parcial de vehículo.

PERO LA inseguridad tiene un alto costo para los habitantes del Estado, pues en la adquisición de sistemas de seguridad se tiene un gasto estimado en 4 mil 854.9 millones de pesos. La Envipe también reconoce que hay una gran cantidad de delitos que no se denuncian, sobre todo por desconfianza hacia la Fiscalía General del Estado, porque no resolverá las denuncias. Por eso mismo, en 2020 la Encuesta anota que sólo se denunció el 10 por ciento de los delitos, lo que representa una baja marginal con respecto a 2019, cuando las quejas presentadas ante la Fiscalía por los ciudadanos fueron sobre el 10.2 por ciento de los ilícitos que se pondera que ocurrieron. El que la mayoría de los delitos no se denuncien en Veracruz es porque el 32.3 por ciento de las víctimas consideran que es una pérdida de tiempo, mientras que el 8.7 por ciento desconfía de la autoridad por miedo a que lo extorsionen, por actitud hostil de la misma o por considerar que son trámites largos y difíciles. Pero ni siquiera los delitos que se denuncian son investigados. La Envipe registra que el ministerio público en 2019 inició carpeta de investigación en el 64.4 por ciento de los casos, mientras que en 2020 fue de 66.2 por ciento, lo que quiere decir que en los demás casos denunciados, ni siquiera se inició carpeta de investigación.

CUITLAHUAC, SIN embargo, dice que a pesar de que ya han detenido a jefes de plaza de dos grupos delincuenciales, observaron que los homicidios siguen ocurriendo en el sur de Veracruz. “Hemos detenido a jefes de plaza de uno y otro grupo pero surgían algunos homicidios. Estamos indagando que hay un grupo que está intentando incursionar desde Oaxaca. Ya tenemos ubicado por dónde está, vamos a afinar los convenios con la Fiscalía de Oaxaca”, y así se la lleva el señor Gobernador entre discursos estériles, pues no es solo el sur, es el centro y el norte, y basta saber que en Xalapa y su zona conurbada fueron asesinados y entambadas dos personas, hombre y mujer, cuyos cuerpos fueron localizados en botes de basura en Xalapa y Emiliano Zapata, aunque habría que agregar que apenas el 11 de Septiembre otra joven fue localizada en circunstancias iguales en la colonia Progreso Macuiltepec (aunque se afirma que ya hay 8 detenidos por los hechos, cuando lo más seguro es que sean chivos expiatorios para bajarle a la presión social), mientras que en Boca del Río fueron asesinados dos elementos policiacos, uno de Seguridad Pública y otro naval, en circunstancias extrañas, perseguidos por otra unidad que logro alcanzarlos y asesinarlos, y en torno a los hechos ya comienzan a circular versiones extrañas, en tanto seguridad pública guarda silencio. En Ixtaczoquitlán, por otra parte, un policía municipal de Orizaba fue baleado cuando esperaba su autobús para dirigirse a su centro de trabajo.

Y ASI como esos son infinidad de crímenes los que siguen ocurriendo en la Entidad, pero el Gobernador sigue imaginando un Estado color de rosa que no se ve por ninguna parte, salvo en la mente del gabinete de seguridad que sigue sin dar golpes contundentes, mientras García Jiménez se lava las manos argumentando que ahora los homicidios están relacionados con “ajustes de cuentas” entre los bandos que se disputan las zonas, pero que aun así irán tras ellos, y uno se pregunta: ¿hasta cuándo Gobernador? Porque ya lleva repitiendo lo mismo tres años, y Veracruz es un verdadero infierno que ahuyenta la inversión y acrecienta el desempleo. Así de simple. OPINA [email protected]

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