Durante una reunión se dijo que se está en un momento crítico con la estabilidad política de la península como para lanzar proyectiles. Debido a esto, las autoridades de Corea del Sur están llevando a cabo un análisis de la situación. Por su parte, el gobierno de Japón, junto con el de Estados Unidos han confirmado que se trata de un misil balasto. El primer ministro japonés piensa que no fue una coincidencia que el proyectil haya caído en la zona económica exclusiva japonesa. Fue por esto que Yoshihide Suga, primer ministro japonés, dio las instrucciones de garantizar la seguridad del tráfico aéreo y marítimo y prepararse para contingencias.
Durante una conferencia de prensa, Yoshihide dijo que se está intensificando la vigilancia y el análisis de la situación. Tras el análisis, el gobierno de Estados Unidos calificó lo sucedido como una violación a las múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y supone una amenaza para los vecinos. Esta es la sexta manifestación de Pyongyang este año y se produce a sólo dos semanas de haberse llevado a cabo las pruebas de su nuevo sistema de misiles móviles ferroviarios.