El juez encargado del caso, Gregory Perrins, dijo que el veterano deportista utilizó cínicamente su discapacidad y arriesgó su propia vida para escenificar su acto reivindicativo. El doble medallista de oro inició truncando la puerta para evitar que se cerrara y subiendo al techo. Pasó una hora arriba del avión de British Airways causando, según las acusaciones, perturbaciones a los 300 pasajeros. Este acto le costó una multa de 40 mil libras (54 mil 750 dólares) a la compañía.
Tras lo sucedido, el representante de James Brown dijo estar conmocionado por la pena de su cliente. Durante sus declaraciones mencionó que le parecía una sentencia injusta que amenaza la libertad de expresión y protesta. Comento que él es un hombre honrado, casado y con cuatro hijos, además invidente y ganador de oro en cinco juegos paralímpicos Por su parte, el juez encargado dijo que es importante que las personas que causen atentados graves en la vida de los otros ciudadanos y después lo quieran justificar como protesta, entiendan que afrontarán graves consecuencias.