Salvador Muñoz / A lo mejor usted lo ha escuchado como yo: los empleados de Gobierno del Estado están “obligados” a darle “like” y comentar las publicaciones del Gobernador así como de las actividades de su administración. No sé si ese rumor alcance a las demás dependencias estatales, pero a quien sí, fue a la Contraloría del Estado a cargo de Mercedes Santoyo.
Antes de entrar en materia, el acucioso lector se habrá percatado que puse entrecomillado el “obligados”. Bueno, acá les va la razón.
En un romanticismo laboral, uno cree que quien está en su fuente de trabajo, no sólo está a gusto desempeñando su labor sino que el pecho se le hincha de orgullo por estar en esa dependencia…
En un sistema tan mecanizado como el de nuestra burocracia, es posible que ese romanticismo laboral se haya perdido, quizás porque la empleomanía cada nuevo gobierno se encuentre con jefes déspotas, arrogantes, altaneros o que simplemente, la rutina acabó por matar al amor y hacer del trabajo una costumbre.
Entonces es cuando entran los Empleados de Confianza, ésos que llegan con los nuevos jefes… ¿se les puede “obligar” a darle “like” y comentar las publicaciones del Gobernador así como de las actividades de su administración? A lo mejor no tanto como “Obligar” pero sí pedirlo porque de cierto modo, para ellos, estar donde están es una oportunidad de un empleo, un salario (por lo regular, bien remunerado) y en una especie de gratitud, ¡vamos! ni siquiera habría que solicitarlo, sino que debiera ser una iniciativa propia… la chuleta es la chuleta.
Creo que hasta acá, siendo razonables, se puede entender el “like” al Cuicas… pero, ¿qué ocurre en el caso que envolvió en una especie de escándalo a la Contralora Mercedes Santoyo?
Un audio se difundió en correos electrónicos donde le atribuyen los siguientes comentarios a la Contralora:
“Es hora de aplicar una sanción administrativa, descuéntale tres días, ese tipo de cosas hay que hacer, debemos ser muestra ejemplar nosotros, y si la ley nos lo permite, pues vamos a aplicarla (…) “Yo a veces estoy hasta el queso, pero me pongo a revisar las redes sociales de muchos de ustedes, para ver que están subiendo”.
El contexto que se le da a las palabras de la Contralora, va en el sentido de que si alguien en sus redes sociales expone algo “contra” la dependencia (o quizás el Gobierno estatal o en una de ésas, hasta contra la Cuarta Transformación y todos los personajes que conlleva, incluido el Pejedente), ¡sanción!
Dos comentarios para la Contralora:
El Primero: La Contraloría General del Estado está destinada a la vigilancia y control de los gastos de la administración pública. Ése es su papel fundamental en el Gobierno del Estado… en ningún lado hay algo que la vincule a las redes sociales…
El segundo: ¿La señora Mercedes Santoyo qué chingados tiene que hacerla de Contralora de Redes Sociales? ¿Cómo chinitas tiene tiempo para revisar las redes sociales del personal?
Hay una máxima: trabajo mata grilla. Si Mercedes Santoyo se aboca a cumplir con el mandato encomendado, lo que en las redes sociales se ponga, simplemente será visto como grilla, y si tiene algo que compartir, primero tiene que ser el respeto al empleado, porque con amenazas, no se hace un liderazgo y mucho menos se hace Jefa…
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