En Italia el sacerdote católico Francesco Spagnesi, de 40 años curaba su sufrimiento físico y psicológico organizando fiestas que terminaban en orgias donde abundaban las drogas y el sexo entre hombres. El párroco contaba con la ayuda de su pareja, un hombre también de 40 años llamado Alessio Regina, con quien vivía desde hace tiempo. Por medio de internet el padre convocaba a médicos, enfermeras, gerentes bancarios y empresarios.
Con el dinero de la curia compraba cocaína y la droga de la violación conocida como GBL. Lo más impactante es que el obispo de la diócesis sabía de la conducta de este cura, y lo excusaba diciendo que sabían del fuerte estado de sufrimiento físico y psicológico del sacerdote”, el cual consideraban un malestar personal.
Pues para ese mal personal este cura desvió más de 100 mil euros, el equivalente de 243 mil pesos del dinero de los feligreses para armar esas fiestecitas y así vivir la vida loca. El cura ya se encuentra en arresto domiciliario, pero si por la iglesia católica fuera estaría en una estancia de ayuda psicológica y espiritual, porque para ellos el cura padece un gran sufrimiento físico y psicológico.
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