Pues este sujeto, el padre Lázaro Hernández Soto ahora salió a decir que no dijo lo que dijo, que se malinterpretaron sus palabras: «Iba por ahí, despertar consciencia de la importancia de la vida, no de la muerte. Y si salió el ejemplo de por qué matamos a los niños, que no se pueden defender y dejamos libres a los asesinos, que sí se pueden defender. Pero el ejemplo no fue que yo dijera que vamos a matar a las mujeres».
Pues vaya que despertó consciencias, pero en su contra, pues el sacerdote católico hizo que muchos se preguntaran qué clase de sujeto pide que se mate a las mujeres. Y no lo dijo una sola vez, lo volvió a repetir porque en realidad cree que esa es la solución para evitar el aborto. Ya lo dice la Biblia: «De la abundancia del corazón habla la boca».