Pero resulta que la exesposa del dueño del laboratorio, Valeria Udalova, se sintió copropietaria del laboratorio que iniciara con su esposo y por ello acudió con sus trabajadores que drenaron los contenedores de nitrógeno líquido donde estaban los cerebros y se los llevó. La policía fue avisada del robo, y como los contenedores sólo podían ser trasladados en un camión enorme, pues los alcanzaron y los detuvieron.
Algunos cerebros fueron recuperados, sin embargo, Valeria Udalova logró huir con parte del cargamento. ¿Cuánto habrán pagado las personas para que pusieran en criogenización sus cerebros? ¿Cuánto les tendrán que devolver los del laboratorio KrioRus a esas personas que soñaron con volver a vivir en un futuro? Y por último, ¿para qué querrá Valeria los cerebros que logró hurtar?