*Lo recabado será dizque para atletas que fueron a Tokio
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / ACOSTUMBRADO A que todo le sale gratis y a no gastar para seguir ahorrando frenéticamente y demostrar que él, a diferencia de sus antecesores, dejará finanzas sanas y con reservas –aunque estás sean a costa de no adquirir suficientes medicamentos para niños y adultos con cáncer, negar apoyo a empresas que tuvieron que cerrar ante la crisis elevando el desempleo y no reparar y acondicionar escuelas saqueadas durante el aislamiento, entre otras muchas necesidades-, el Presidente Andrés Manuel López Obrador que prometió apoyos a los atletas que participaron en los recientes juegos olímpicos de Tokio, ha decido que estos no saldrán del presupuesto o de lo que dice tiene “ahorrado”, sino de la rifa de casas, ranchos y hasta de un palco en el Estadio Azteca con un detalle que podría convertirse en extremo peligroso: los predios e inmuebles son residencias y ranchos incautados a narcotraficantes o delincuencia organizada, lo que convierte a esos “premios” en altamente riesgosos, ya que si alguien logra una de esas “recompensas” vivirá con el temor de que la familia de los malosos o la propia banda se las arrebaten a base de amenazas o violencia. Sería como habitar un barril de pólvora que en cualquier instante estallará, poniendo el riesgo a los nuevos propietarios como ya existen evidencia de que ha sucedido en muchas ocasiones. No es secreto que derivado de los aseguramientos realizados a miembros de la delincuencia, la Fiscalía General de la República (FGR) entregó al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado 2 mil 139 millones de pesos y 67 bienes inmuebles, información que se desprende del Tercer Informe de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ante quien la Fiscalía detalla que, como estrategia para debilitar a estructuras delictivas se busca afectar sus activos, por lo que realizó diversas transferencias al Indep a través de figuras como el decomiso, abandono o extinción de dominio. Y uno se pregunta: ¿Por qué en lugar de inmuebles no rifa los 2 mil 139 millones y las alhajas, en tanto las residencias son ofertadas entre personas de recursos que puedan defenderse? ¿Para que someter al pueblo bueno a sacarse una propiedad que no podrá mantener y, lo que es peor, podría ser despojada violentamente de esta?
LOS MONTOS entregados por la FGR al instituto para devolver al pueblo lo robado fueron por 24 millones de dólares; un millón 876 mil 160 pesos en menaje de casa y objetos diversos; además de 4 mil 805 joyas; 499 vehículos; 114 semovientes; 13 embarcaciones y 3 aeronaves. En su primer año de gestión, los bienes que la Fiscalía transfirió al Indep fueron subastados de manera pública, entre ellos la impresionante mansión del empresario de origen chino-mexicano Zhenli Ye Gon que compró el empresario Carlos Bremer, además de joyas y algunos vehículos decomisados al crimen organizado. Pero en Mayo pasado se informó que el gobierno Federal realizará una rifa este 15 de Septiembre, y en ella estarán contemplados lujosos terrenos, un palco del Estadio Azteca y residencias de ex líderes del crimen organizado que fueron incautadas por las autoridades. Se trata de las casas de Joaquín “El Chapo” Guzmán y Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, dos personajes destacados por sus carreras delictivas y cuyos desarrollos se encuentran a la venta desde hace tiempo. La residencia que perteneció a Amado Carrillo Fuentes mide 3 mil metros cuadrados y desde hace más de 20 años cuenta con nueve habitaciones, alberca techada, jacuzzis, saunas, su propio salón de fiestas y una cava. El inmueble ya había sido subastado en 2020 por 49 millones 741 pesos, pero la compra no se concretó (por miedo de los adquirientes). Sin embargo, para esta rifa tendría un precio de 77 millones 260 mil pesos, pero de igual forma el gobierno subastará la casa de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien actualmente cumple cadena perpetua en una prisión de Estados Unidos. El domicilio se encuentra en la calle Emiliano García 1811, en la colonia Libertad, en Culiacán, Sinaloa. Tiene dos habitaciones, sala, comedor, cochera y jardín frontal con un valor de 3 millones 830 mil pesos, mientras que el mismo magno sorteo de la Lotería Nacional se rifará, también, un palco del Estadio Azteca que ha sido propiedad de la Federación desde 1984. Este se encuentra valuado en 20 millones de pesos y tiene vigencia hasta el 2065. El palco es ofertado dentro de la rifa por tener una “excelente ubicación” con 20 lugares, baño, cocineta y cuatro estacionamientos.
Y AUNQUE anteriormente las residencias habían sido ofertadas como venta sin concretarse por el riesgo que representan a quienes las adquieran, ahora serán rifadas, y el monto que se consiga recabar del sorteo especial del 15 de Septiembre será dedicado al apoyo de los deportistas mexicanos que participaron en la olimpiada de Tokio, tanto los Juegos Olímpicos como los Paralímpicos, según ha dicho el Presidente negado a cumplir su palabra con los fondos de las “finanzas sanas” que dice tener. Por ello dice que es muy importante este sorteo, y en ese tenor, hace “un llamado a la población a comprar un cachito, o dos o tres o los que sea su voluntad, porque lo que se obtenga de este sorteo va a ser para ayudar a los deportistas. Va a destinarse el recurso para apoyar a quienes participaron en los Juegos Olímpicos, como en los Paralímpicos. Todos los deportistas van a recibir un apoyo, y va a salir el recurso de esta rifa (y uno cuestiona: ¿y porque debe salir de esa rifa y no del erario que acumula AMLO, dejando al garete necesidades elementales?). “Para quien le guste el fútbol que son muchos millones. Se está rifando un palco en el (estadio) Azteca, casas, bienes, que se cumpla con el propósito, se ayuda para apoyar a nuestros deportistas, en especial a los para olímpicos que nos representaron con mucha dignidad en Tokio.”
SEGÚN LA Lotería Nacional, los 22 premios serán divididos en ocho casas, siete departamentos, cinco terrenos, un palco, y un rancho. Esas propiedades se encuentran en la CDMX, Guanajuato, Guerrero, Jalisco, Sinaloa y Baja California. Lo peor es que quienes logren sacarse uno de esos premios, independientemente de no poder habitarlos por temores fundados, difícilmente podrán venderlos, ya que está visto que ni el Gobierno Federal pudo sacarlos en subastas, porque la sociedad no es tonta: sabe de los riesgos que implican, y aunque el llamado provenga del Presidente López Obrador al pueblo bueno, como decía la actriz cómica, María Elena Velasco Fragossi, mejor conocida como “La India María”, los seguidores de AMLO podrán ser “tontos tontos pero no tanto”. En fin, que le cuesta al jefe de las instituciones Federales donar los inmuebles a instituciones de salud, educación o defensoras de derechos humanos, y las tierras a centros experimentales agrícolas y ganaderos, en vez de arriesgar a la población a ser víctimas de la violencia en caso de resultar premiados. Vaya tacañería obtusa. OPINA [email protected]
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