Hay que ser muy, pero muy burro como para no darse cuenta que un político no se puede sentar en la misma mesa con sujetos de tan mala reputación. Y es que la reputación de Santiago Abascal, líder de Vox en España, por mucho que la quieran maquillar, no es nada buena. Si por el tipo fuera acabaría con todos los movimientos feministas de Europa, pondría un muro para evitar la entrada de migrantes a España. Pero Julen Rementería confió en sus asesores, uno de ellos al que le dicen “Tumbaburros” y otro llamado Cristian Camacho.
Una vez que se firmara la “Carta de Madrid”, en la que el PAN se compromete a “detener el avance del comunismo en la Iberoesfera”, el mismo Héctor Larios, quien ahora es el presidente del PAN a nivel nacional anotó: «El día de hoy un grupo plural de senadores, mayoritariamente del PAN se reunieron para suscribir la Carta Madrid, a favor de la democracia, libertad y vs populismos, el PAN no comparte con VOX sus propuestas que violentan Derechos Humanos».
Ya no está Marko Cortés en la dirigencia nacional, y Marko Cortés fue quien puso a Julen en la coordinación de los senadores panistas. Por lo tanto, si de entrada hay diferencias de posturas ideológicas con Héctor Larios, se ve muy difícil que Julen repita en el cargo. Ya ven, el único “burro” que tumbó el “Tumbaburros” fue el que prestó oídos a sus pendejadas.
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