Norma Trujillo es una de las periodistas más comprometidas con su profesión, una mujer comprometida con sus compañeros de oficio, que conoce sus necesidades y sus inquietudes. Reconocida por diversas asociaciones civiles y ONG’s que apoyan al periodismo, en Veracruz se ha convertido en una periodista incómoda para los gobiernos de los últimos sexenios; incluido un bienio. Por supuesto, periodistas como Norma Trujillo no tienen cabida en las mañaneras de López Obrador; el gobierno de Cuitláhuac García no se puede arriesgar a que un periodista de verdad le haga preguntas incomodas al presidente, quien sigue creyendo que Veracruz es la antesala del Paraíso, y que su pupilo Cuitláhuac García es lo mejor que le pudo pasar al estado.
La misma Norma Trujillo lo anotó en sus redes sociales: «Me siento triste porque seis personas (de casos diferentes, Amatlán, Coatzacoalcos, Veracruz, Xalapa, Orizaba) que están siendo víctimas e ignoradas por el gobierno estatal, me pidieron expusiera sus casos en la “mañanera”, pero les fallaré, porque no soy una periodista a modo y por lo tanto no podré entrar a esa conferencia. Espero que después pueda apoyarles para que se les haga justicia».
A las mañaneras de López Obrador en Xalapa sólo tienen cabida los abyectos, los oficialistas, esos que, como decía el mismo López Obrador, se conforman con “maíz con gorgojo”. La negativa a Noma Trujillo para que acuda a la mañanera en Xalapa silencia la voz de muchas familias en diversos municipios de Veracruz; ella era la voz que por ellos habría de hablar, pero no los quisieron escuchar.
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