El presidente que no insulta, que cobra venganza, que no persigue se refirió a Ricardo Anaya con estos adjetivos: «Chueco, hipócrita y ladrón». Muy fuertes expresiones para alguien que sólo tiene bondad en su corazón. ¿Por qué soltó esos adjetivos el presidente en contra de Anaya? Pues el excandidato presidencial lanzó un reto al presidente: Él se presentará a declarar ante un juez en el Reclusorio Norte solo si Pío y Martín López Obrador acuden el mismo día y a la misma hora ante el mismo juez. Huy, le dieron al presidente donde más le duele.
Apenas hace unos días se cumplió un año de que se dieran a conocer los videos en donde Pío López Obrador, hermano del presidente, recibe dinero de David León, operador político de Manuel Velasco, en ese tiempo gobernador de Chiapas. En otro video se ve como Martín López Obrador, “Martinazo”, recibe del mismo David León, fajos de dinero; también lo grabaron.
¿Qué ha sucedido con estos casos? Nada, los hermanos del presidente no han sido tocados ni con el pétalo de una acusación. Por eso se enojó el presidente, porque le recordaron que ya no puede sostener su discurso de honestidad, congruencia y combate a la corrupción.
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