Ejemplo muy concreto, el Ejecutivo federal, al percatarse los índices de inflación se han disparado y que debido al alargamiento de la pandemia ocasionada por el covid-19, la economía mexicana va en picada. Por esa razón, ahora le urge abrir las escuelas para que las maquilas encargadas de confeccionar uniformes se activen, para que se consuman artículos de papelería y limpieza y de paso se activen servicios de transporte y de artículos de consumo relacionados con la apertura de las escuelas en todo el país.
Sin embargo, hacerlo en el momento más álgido cuando la tercera ola de contagios enfoca sus baterías hacia los más jóvenes resulta hasta cierto punto imprudente y suicida. Ojalá y que esta determinación que impulsa el presidente y que apoya el SNTE y la Secretaría de Educación no traiga terribles consecuencias.