Se estaban tardando. A pesar de que la empresa noruega entregó hace semanas los resultados del dictamen sobre el colapso del tramo de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, las autoridades seguían sin deslindar responsabilidades. Para la opinión pública ya había un responsable, quizá dos o tres responsables. Uno de ellos es Marcelo Ebrard, quien era el jefe de Gobierno, quien aseguran apresuró los trabajos de construcción de la Línea 12, razón por lo que, em algunos tramos, la obra se hizo de mala calidad. El dictamen señala que en el tramo que colapsó las soldaduras estaban mal.
Los famosos penos Nelson, que debían mantener unido el concreto de la línea con el armado metálico, fueron mal soldados, mal colocados, mal alineados. Es por ello que, de acuerdo con reportes periodísticos, se informa que «al menos 11 soldadores participaron en la construcción de la Línea 12 del Metro y sus trabajos fueron avalados por el jefe de Control de Calidad, el ingeniero de Grupo Carso, Mario Martínez, y por el director de Grupo Ipisa, Alejandro Vázquez, cuyo papel está bajo análisis de la Fiscalía de Justicia de Ciudad de México».
Sobre esos soldadores y esos directivos se va a ir el gobierno, pues ni Ebrard ni la Sheinbaum ni Carlos Slim pueden ser tocados con el pétalo de una acusación. Ya encontraron sus “chivos expiatorios” y a esos los van sacrificar para calmar las voces de justicia del pueblo.
Comentarios