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Que envidiable vida se están dando

Bernardo Gutiérrez Parra / Hace una semana, cuando al Presidente López Obrador le entraron unas ganas casi fisiológicas porque los niños regresen a clases presenciales, fue que las autoridades escolares se acordaron de las escuelas y al voltear al verlas, el panorama no pudo ser más desalentador.

Todas sin excepción están cubiertas de polvo. Pero las hay vandalizadas, es decir, graffiteadas, robadas, con los vidrios rotos, puertas descompuestas y hasta enmontadas.

En Veracruz hay 24 mil escuelas de todos los niveles, de esas 102 sufrieron algún tipo de agresión según la Secretaría de Educación de Veracruz. Aunque el dato me parece inexacto porque sólo en Xalapa, donde existen más de 3 mil (desde jardines de niños a universidades), al menos 500 están en un estado de deplorable abandono y necesitan con urgencia todo tipo de auxilio. Lo que en un taller mecánico sería alineación, balanceo, frenos, hojalatería y pintura.

El problema es que esto urge porque López Obrador quiere que la chamacada regrese a clases este mes de agosto.

El Doctor Honoris Causa de la Honorable Academia Mundial de la Educación y además titular de la SEV, Zenyanzen Escobar, atento siempre a las necesidades de estudiantes y maestros, dijo: “Estamos trabajando, nosotros tenemos que resolver porque en algunas escuelas se quedaron sin agua y sin luz y no podemos decir, vamos a un regreso a las aulas si no tenemos lo mínimo para regresar”.

Y anunció una inversión de 3 millones de pesos para la “rehabilitación” de esas 102 escuelas.

Digo, a ver si no se quedan pobres en la SEV. Basta hacer una división para saber que 29 mil 400 pesos por escuela no alcanzarán ni para una manita de pintura, pagar el agua y mucho menos la luz.

Acaso alcancen para una buena chapeada, limpieza general con agua y jabón, la sustitución de algunos vidrios rotos, la reparación de una barda y párale de contar, lector. Pero qué onda con el equipo de cómputo robado, con las televisiones desaparecidas en las telesecundarias, con el robo hasta de las tazas de los sanitarios, ¿acaso se cubrirán con 29 mil 400 pesos?

Si los anteriores gobiernos eran ladrones, en la 4T son miserables. Una cosa es eso que el Presidente llama austeridad republicana (que la padecemos todos menos él) y otra la ruin tacañería cuando se trata de la rehabilitación de una escuela.

No es posible que con una cantidad nimia se pretenda “rehabilitar” escuelas que han estado en el abandono por 17 meses.

Para este año la SEV recibió un presupuesto de 46 mil 217 millones 458 mil 469 pesos, más alto que cualquier otra secretaría. Por años el grueso de ese presupuesto sirvió de caja chica para pagar elecciones, dar moches a candidatos y a líderes magisteriales, cubrir gastos extraordinarios de gobernadores y otras minucias como pachangas y francachelas.

¿Y ahora?

Se supone que eso se acabó, al menos así lo parlotean los jilgueros del gobierno. Pero hasta que se demuestre lo contrario en esa dependencia casi todos roban y casi todos han robado. Y quizá para justificar gastos sueltan apoyos ridículos y cicateros.

Si las escuelas dan tristeza, la educación en Veracruz da más tristeza porque va en picada. Y va en picada porque la SEV destina el presupuesto a otros menesteres y en ese sentido nada ha cambiado.

Lo único que cambió fue el color del partido y que ahora son otros sujetos los que le meten la mano al cajón del erario. Los nuevos millonarios de la 4T; muchos de los cuales andarán a salto de mata después del 2024.

Pero mientras eso sucede, que envidiable vida se están dando.

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