En un largo mensaje que publicara en su cuenta de Instagram, la seleccionada mexicana dice: «Angustia. Dolor. Ese fue mi último juego con el jersey de México. Fue algo emocional, di todo lo que tuve para representar a un país. Nunca trabajé tan duro en la vida para hacer que alguien se sintiera orgulloso de nuestro equipo y de nuestro crecimiento. Quería esa medalla por muchas razones y siempre dije que no era sólo para mí, sino por una nación entera. Estoy tan orgullosa de ser mexicana y siempre lo estaré»; tan orgullosa que tiro el uniforme a la basura.
Anissa continuó diciendo: «Asumo la responsabilidad de haber tirado algunas de las prendas Li-Ning. Al mismo tiempo, se nos permitió sólo una maleta por jugadora, así que guardé lo que cabía y muchos recuerdos sentimentales. Guardé esos artículos debido a lo mucho que significan para mí como atleta mexicana compitiendo en Tokio».
Por cierto, el presidente del Comité Olímpico Mexicano, Carlos Padilla, dijo que tiraron el uniforme a la basura porque se llevaron de souvenirs colchas y almohadas. Por cierto, el mensaje en Instagram que escribiera Anissa, dirigido a los mexicanos, está escrito en inglés.