Paola Pliego, esgrimista mexicana se indigna por quienes acusaron a las jugadoras de softbol; “a mí me enseñaron a JAMÁS acusar a mis hermanas o mis compañeros”

¿Qué clase de valores van aprendiendo los deportistas mexicanos? Uno esperaría que el deporte en México se base en la premisa “mente sana en cuerpo sano”, pero al parecer no siempre es así. Asombra por ejemplo que Paola Pliego, esgrimista mexicana que en alguna ocasión estuvo a punto de acudir a los Juegos Olímpicos, desviara su indignación hacia las boxeadoras que acusaron el hecho de que las jugadoras de softbol hayan dejado en la basura sus uniformes con el escudo mexicano. En su cuenta de Twitter Paola Priego anotó: “Por cierto, a mí me enseñaron a JAMÁS acusar a mis hermanas o mis compañeros a menos que corrieran algún peligro”.  

Habría que entender de esta enseñanza que adquirió Paola Pliego que, si algún deportista comete algún crimen o infracción grave y ella es testigo, entonces lo mejor es guardar silencio y volverse cómplice del crimen; ¿ese es un valor aprendido de la CONADE? Vale mencionar que la esgrimista mexicana debería entender bien el tema de los valores, pues ella sufrió las consecuencias de la mentira y el fraude. Paola Pliego iba a representar a México en los Juegos Olímpicos de Río 2016, pero la CONADE la dejó fuera por un supuesto resultado positivo a modafinilo, una sustancia prohibida, por lo que quedó relegada a pocos días del inicio.  

Al final Paola demandó a la CONADE y recibió una indemnización de 15 millones de pesos. Tal vez alguien supo que le estaban haciendo fraude a Paola, pero como a esa persona también le enseñaron a JAMAS acusar a sus compañeros, no dijo nada, perjudicando a la esgrimista.