La polémica que envuelve a las jugadoras mexicanas de softbol sigue dando de qué hablar, pues luego de que estas chicas acabaran en cuarto lugar en esta justa mundialista, las representantes aztecas echaron el uniforme con la bandera de México a la basura. Las fotos tomadas causaron gran descontento entre los competidores que siguen en Japón. Pero entre que si estuvo mal o no, directivos mexicanos de este deporte alegaron que se investigara la situación y en caso de llegar a la conclusión de que en verdad dejaron los uniformes botados, las atletas México-americanas serán expulsadas.
«Si se demuestra que dejaron uniformes de juego competencia, uniforme de gala, es fácil con su número de casaca, no podrán participar más con la selección de softbol; igual no es lo mismo empacar un par de guantes que casco, bates, guantes, caretas, catcher, zapatos de juego (3 pares), de entrenamiento (6)», indicó en un comunicado la Federación Mexicana de Softbol.
Pero, por otra parte, Carlos Padilla, presidente del Comité Olímpico Mexicano, expresó que «él sabe que prefirieron llevarse las almohadas y las colchas de las camas de la Villa Olímpica en lugar de que se llevaran los uniformes. Los hubieran donado a quienes más los necesitan como se estila en muchas ocasiones por solidaridad al país donde uno acude a Olímpicos. La ropa se dona al concluir la competencia para que muchas personas la puedan utilizar y tengan un mejor uso, y no donde ellas la depositaron en el cesto de la basura».
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