Cuando usted compra una copia barata de algún artículo, sabe que nunca tendrá la calidad de uno original. Desde el principio, usted nota que la marca no es igual, casi parecida con la original, pero no lo es, de modo que usted sabe que este artículo sólo le servirá por muy poco tiempo, usted ya lo sabe porque el precio que pagó por él fue muy lejano al original. De modo que, aunque el presidente de México insista hasta el cansancio que Cuitláhuac García es un buen gobernador, los veracruzanos sabemos que este funcionario sólo es una burda imitación de un buen funcionario.
Resulta que, durante la inauguración del nuevo cuartel de la Guardia Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la importancia de que los estados cuenten con autoridades honestas y Veracruz está dando un buen ejemplo con el gobernador Cuitláhuac García. Lo que el presidente no quiere entender es que, posiblemente el hijo del Profe Atanasio sea honesto, pero tampoco se puede negar su ineptitud. «Ahora hay un gobernador honesto como Cuitláhuac García, eso es lo mero principal, Veracruz padeció por mucho tiempo de malos gobernantes, gobernadores mediocres y ladrones, y por eso la gente sufría y padecía», dijo el presidente.
Tal vez el presidente no esté informado del cochinero que está haciendo Zenyazen Escobar en la SEV, o tal vez desconozca cómo se las gasta el primo-hermano del Gobernador, Eleazar Guerrero Pérez. Lo cierto es que, con la complicidad del propio gobernador, varios miembros de su gabinete se están enriqueciendo a costillas de los veracruzanos. Así que no venga el primer mandatario a vendernos ideas piratas de funcionarios piratas que sólo son una decepción para Veracruz.
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