Brenda Caballero / Las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador sin duda pararon de pestañas a más de una familia: “Necesitamos pensar en los niños, necesitamos pensar en los adolescentes, y no sólo cuidarlos, que hay que hacerlo para que no se contagien, sino cuidarlos también emocionalmente. Y la escuela es fundamental, es necesario que regresen a la escuela, es la mejor terapia para todos”.
Seguro el Presidente dice la verdad, la emociones y salud mental es primordial para niñas y niños. Los pequeños y adolescentes que llevan más de un año sin asistir a la escuela, sin duda la extrañan, la necesitan, pues para algunos es un mejor ambiente que en sus propios hogares donde existen casos de maltrato y violencia. La escuela significa para muchas y muchos un escaparate que les permite tener “otra vida”, interactuar con sus amigos y muchas veces escuchar consejos de sus profesores.
Sin embargo ¿existen condiciones para el regreso a clases a finales de agosto? Definitivamente no. No las hay, se busque por donde se le busque. Ya los mismos expertos en epidemiología han expresado que mientras los niños no estén vacunados existe el riesgo que sean los que porten el virus del Covid a sus hogares incluso sin tener síntomas. El mismo traslado a la escuela en el transporte público los vulneraría completamente. ¿Cómo saber si sanitizan camiones, taxis, si muchos de ellos ni con verificación ambiental cuentan?
Ahora bien, no hay fecha para vacunar a niñas y niños menores de 12 años, ya que Pfizer es la única autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), y apenas están en la fase de ensayo. Luego entonces, sin vacunación educación preescolar y educación primaria tendrían que seguir con educación en línea.
López Obrador dijo también que ya no es posible tener a los niños encerrados en sus casas porque dependen de los aparatos y reciben información tóxica, lo que es cierto. Hoy muchos niños se pasan largas horas frente al televisor o en videojuegos, sin hacer ejercicio, solamente mueven sus dedos incrementándose la obesidad infantil, lo que para varios padres es preferible que tener a sus hijos enfermos. “Mejor pagar luz que hospital y medicamentos”, me dijo alguna vez una madre.
En el caso de las adolescentes hay otro panorama. Se ha incrementado tanto su presencia en redes sociales que ya hasta amigos y novios virtuales tienen. ¡Y ojo aquí! Porque delincuentes están creando perfiles falsos para enganchar, trasladar y luego explotar a sus víctimas. Por eso la recomendación es que los padres o familiares supervisen el contenido que frecuentan sus hijas y también sus hijos.
Apenas la semana pasada, el periódico Reforma realizó una encuesta sobre el regreso a clases vía telefónica a 600 padres de familia y el 58 por ciento de los encuestados avalaba las clases híbridas (presenciales y a distancia), aunque señalaban como principal desventaja el no tener la orientación del maestro, y en segundo lugar, el acceso a internet.
Para el 60 por ciento de los padres de familia, las clases en línea se les ha complicado, aunque la prefieren ante los riesgos de contagio.
Los padres señalaron detectar en sus hijos afectaciones como enojo, ansiedad, tristeza, mayor miedo y depresión, sin embargo, el 77 por ciento de ellos no conoce Educatel, el teléfono puesto a disposición por la SEP para apoyar a los estudiantes con síntomas emocionales a raíz de la pandemia que van desde ataques de ansiedad hasta la necesidad de ser escuchados. ¿Y usted lo conoce? Si sabe de alguien que lo necesite, acá se lo dejo: 800 288 66 88 opción 2 con horario de atención de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 8 de la noche.
En conclusión, quizás el Presidente tenga razón; sí es importante el regreso presencial a clases… pero quisiera saber quién es el padre o madre que va a firmar la responsiva si su hija o hijo se enferma en la escuela… ¿usted lo haría?