No cabe duda que el hilo siempre se rompe por lo más delgado y la premura del Gobierno Federal de regresar a clases presenciales a finales de agosto, obligará a maestros y padres de familia a que sean ellos los que carguen con la responsabilidad de habilitar las escuelas después de permanecer más de un año cerradas. Al menos en el estado de Veracruz, la Secretaría a de Educación que mal dirige Zenyazen Escobar, sólo entregó kit de limpieza a unas cuantas escuelas. Y es que el presidente es el primero en pedir el regreso a clases presenciales, muy a pesar de que aún no se sabe la magnitud ni los efectos que pudiera tener la tercera ola de covid-19 en la población estudiantil.
«Vamos a reiniciar las clases, así en definitiva no hay nada que lo impida, hay un pequeño rebrote, afortunadamente, de contagios, pero ya tenemos más vacunación y por lo mismo hay menos riesgos de contagios y ya no podemos seguir con las escuelas cerradas, necesitamos abrir», señaló el primer mandatario días atrás.
Lo cierto es que el presidente ya se parece a Hugo López-Gatell, quien no da una en sus predicciones, ya que López Obrador, primero dijo que el regreso sería después de Semana Santa, luego que el 11 de junio y ahora señala que a finales de agosto. Ojalá y que esta decisión no traiga graves consecuencias, ya que primero deberían habilitar bien las escuelas y esperar a que la mayoría de la población ya esté vacunada, incluidos los adolescentes y niños.
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