Armando Ortiz / Cuitláhuac García nació el 18 de abril de 1968, día de San Perfecto mártir, un católico que fue degollado por los sarracenos a orillas del Guadalquivir. Por lo tanto, el gobernador de Veracruz tiene 53 años cumplidos. ¿Por qué no se vacunó el gobernador en la segunda semana de mayo, que correspondió a los adultos de 50 a 59 años? ¡Vaya usted a saber! Tal vez andaba muy ocupado inaugurando puentes, autopistas, puertos, centros comerciales, unidades habitacionales o corredores industriales. Sin embargo, no hay registro de que haya estado haciendo eso, antes bien andaba ocupado con sus mapaches electorales viendo como habría de opera la elección del domingo 6 de junio. Este martes 20 de julio el gobernador presumió en sus redes sociales una foto donde se le está vacunando junto con los adultos de 30 a 39 años. En su cuenta de Facebook anota: “Es muy importante vacunarse y seguir las indicaciones médicas y sanitarias. Hoy asistí a vacunarme, me tocó SINOVAC. ¡Me siento súper bien! Agradezco a todo el personal de Salud, SEMAR, SEDENA, Salud Estatal (SESVER), promotoras de Salud, vacunadoras, enfermeras, voluntarios y personal de Bienestar que han venido desarrollando un gran esfuerzo por ir cumpliendo con el Plan Nacional de Vacunación. Desde luego mi agradecimiento también a nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador”. Se siente chamacón el gobernador, aunque la verdad es que es un desordenado. Valdría preguntar, ¿cualquier rezagado de 50 y más puede acudir a algún módulo de vacunación para que le apliquen la vacuna?
En Veracruz se despenaliza el aborto. Una mujer decidida a abortar lo va a hacer, con la ley en contra o con la ley a favor
Yo no estoy a favor del aborto. En casa se estudiaba la Biblia y me enseñaron que se debe respetar la vida; que abortar es un crimen a los ojos de Dios. Si un familiar o una amiga que estuviera encinta me preguntara si debe abortar o no, yo le aconsejaría que no lo hiciera. Daría ese consejo porque así sería fiel a mis principios. Sin embargo, si esa persona decide abortar yo no se lo puedo impedir, porque cada quien es responsable de sus actos a los ojos de Dios. Tampoco voy a ir a buscar un policía para que la arreste, ni la llevaría a juicio porque no conozco el contexto de su circunstancia, y si acaso lo conociera, deberé entender sus razones y al mismo tiempo respetarlas. Siempre he creído que la iglesia se opone a la despenalización del aborto porque en ello va su derrota; la derrota moral de una institución que no pudo forjar una feligresía fiel, con un concepto elevado de la vida. Este martes 20 de julio el Congreso del estado despenalizó el aborto al avalar una reforma al Código Penal que permite la interrupción legal del embarazo hasta las 12 semanas. Por supuesto, en la sociedad, así como en los partidos políticos hay grandes desencuentros sobre este tema. Es uno de los temas en los que nadie se puede poner de acuerdo. Es por ello que las manifestaciones a favor y en contra seguirán. Pero la verdad es que una ley que criminalice a las mujeres que abortan no ha impedido que ellas sigan abortando; una mujer decidida a abortar lo va a hacer, con la ley en contra o con la ley favor. Pero insisto, si a mí alguien me pregunta si debe o no debe abortar mi respuesta firme siempre será “NO”.
Novio de YosStop pide formar una AC para proteger a los influencers. ¿Y quién protege a la juventud de ellos?
Los influencers son nocivos. Muchos de estos sujetos, con tal de generar seguidores, likes y ganancias, son capaces de cualquier barbaridad, incluso son capaces de romper la ley. Son varios los influencers que, escudados en esa notoriedad, se han dedicado a delinquir. A eso sume la mala influencia que ellos representan. Que los jóvenes quieran ser como ellos es algo que debería alarmarnos. No obstante, el novio de Yoseline Hoffman, la influencer llamada YosStop, sigue señalando que su novia está en prisión por una injusticia. Señala él que en el caso de Yoseline hay dos juicios que se están llevando a cabo, el judicial y el mediático; en los dos va perdiendo. Ante esta situación que él considera una injusticia, Gerardo González propone: “Estoy completamente de acuerdo en la necesidad de regular y educar el contenido que comparten los creadores de contenido y por eso es de suma importancia que los comunicadores digitales o influencers formen una asociación para que conozcan su marco de derechos y obligaciones”. Por supuesto, lo más sensato sería que estos sujetos nocivos no existieran. Pero desafortunadamente los influencers se han convertido en articulo mercantil, y mientras las juventudes irresponsables y vacías los quieran consumir, los seguirán consumiendo como la comida chatarra que tiene a nuestros jóvenes obesos.
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