Vamos a extrañar a nuestro ingenioso ingeniero, gobernador standupero, que nos ha hecho los días tan divertidos con su peculiar gracia, con su manera sinigual de ejemplificar los logros de la Cuarta Transformación. Otros dicen que después de la vapuleada que le dieron por andar haciendo chistes escatológicos sobre los cambios de la 4T, pues ya no le quedaron ganas al gobernador de practicar su comedia.
Bueno, hasta hubo quien lo nominó como «una de las personas más estúpidas en América Latina». Por eso mejor se fue a comer su cuernito de jamón a La Naval. Ahí se le acercaron los reporteros, pero el dejó muy en claro que no iba a hacer declaraciones, y menos chistes escatológicos sobre la 4T.