Edgar Hernández*
Cilindreado por el diputado local Juan Javier Gómez Cazarín, quien le ha prometido ser el sustituto de Isabel Inés Romero Cruz, cabeza del Poder Judicial en Veracruz, el magistrado consejero Esteban Martínez Vázquez, sin rubor, se decide por el papel de esquirol.
Se reduce el salario para complacer a Cuitláhuac; maniobra una guerra sucia contra sus pares y desata otra contra la magistrada Concepción Flores Saviaga, quien pasa de denunciante de la corrupción a denunciada.
De manera por demás cobarde desliza supuestas denuncias, sin firma, de los trabajadores del Tribunal Superior de Justicia en contra de esta honorable magistrada aduciendo que la corrupta es ella.
Filtra además audios internos del TSJ que no hacen más que mostrar la descomposición de ese órgano judicial por la ausencia de comprobación de 500 millones de pesos.
Hoy, bien aplica en este individuo la admonición de la magistrada Yolanda Cecilia Castañeda de que cualquier pendejo puede ser magistrado.
Y es que en este fiel mozo de Palacio, se da la negación de todo lo que no debería de hacer quien ha sido investido para representar a un poder cuya misión es la legalidad, la imparcialidad y la autonomía.
Solo bastó que le encargaran fuera la cabeza de la cruzada para reponer 500 millones de pesos extraviados por los malos manejos de la responsable de ese poder, para que cual llanero solitario, se erigiera en el salvador del Poder Judicial, el apóstol de la democracia y justicia.
El Poder Judicial seguirá siendo el fiel garante de la impartición de la justicia “como lo establece el artículo 17 de la Constitución, porque los magistrados y jueces continuarán cumpliendo con su función jurisdiccional”, según declara este descalificado por su pares.
Ridiculez parecida no había sido escuchada jamás en tan serio órgano que representa a uno de los tres poderes del estado.
El punto es que el gobierno de Cuitláhuac iría con todo para socavar al Poder Judicial.
La instrucción del patrón era sensibilizar a la opinión pública con un “Plan de Austeridad” a través de Esteban, en el cual demostrara que el Poder Judicial saldría más fortalecido bajo el “principio de una transformación del fondo” quitándole el presupuesto, cerrando 29 juzgados y bajando a magistrados el 30 por ciento de los salarios.
Es por ello que no se tuvo el menor empacho en deslizar a través de cierta prensa que los magistrados ganaban 350 mil pesos “un salario mayor al del Presidente de la república e infinitamente superior a los 70 mil que gana Cuitláhuac”.
Bien sabía que eso de los 350 mil pesos no era cierto, pero también tenía claro que la manzana envenenada sería un apetitoso bocado que mordería la opinión pública.
Por ello lo primero que había que maquillar era la verdad.
Luego salir en defensa de la Directora de Administración del Consejo de la Judicatura, Joana Bautista Flores, acusada públicamente de millonarios desvíos.
Había que ocultar a como diera lugar que Joana Marlén Bautista ha saqueado al Poder Judicial de Veracruz contratando a chairos recomendados por Finanzas, sin experiencia pero con sueldos “altísimos”, aparte de los 96 mil pesos que cobra de manera mensual por dicho cargo.
Esta dama de no malos bigotes, apodada “la Barbie”, que fue secretaria particular del subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero Pérez –primo hermano de Cuitláhuac- es acusada de colocar “a 150 improvisados en
puestos administrativos con sueldos que van de los 16 mil a los 60 mil pesos y compensaciones altísimas”
“Plago al Tribunal de gente sin perfil”, denunció en días pasados la magistrada Flores Saviaga.
Por respuesta le dijeron que la corrupta era ella tras desatar una cobarde campaña de difamación en su contra.
La historia del Poder Judicial no termina ahí.
También había que ocultar que el principal asesor de Chabelita es Felipe Reyes Reyes, un pasante de agronomía, amigo del hijo de la presidenta, actual actuario en Misantla, quien no solo se despacha un salario de lujo, sino que se ha manifestado orgulloso de ser denunciado como acosador sexual.
Por todo ese trabajo, Esteban ya recibió una cálida felicitación.
El pasado lunes el propio gobernador bajó del trono para expresar una cordial felicitación “porque esto es bueno que el pueblo (sic) lo sepa, que sepan que magistrados están de su lado, mi reconocimiento público al magistrado Esteban Martínez, porque le dijo que no solamente me bajo el salario al 30 por ciento (recontra sic) y está dispuesto a que le retiren a que el bono se normalice”.
Medio se entiende lo que dijo el gobernador, pero en concreto celebra la división entre magistrados y la reducción de salarios.
Ya para este día queda claro que fue este magistrado esquirol quien filtró por instrucciones de arriba, los audios de las reuniones privadas del Tribunal Superior de Justicia, en las que se revela el faltante de 500 millones de pesos.
Integrantes del Poder Judicial en la entidad, según información hecha pública ayer jueves, acusaron al magistrado Esteban Martínez Vázquez de provocar el cisma que hoy vive esa institución.
“Las grabaciones de las sesiones de los magistrados del Consejo de la Judicatura en las que se reveló la falta de 500 millones de pesos para
concluir el año, habrían sido filtradas por Martínez Vázquez”, denuncian los propios magistrados ofendidos.
Mientras Martínez Vázquez, como fresca lechuga, deja que la bola de nueve siga creciendo.
Que este lodazal también alcance a Humberto Oliverio Hernández Reducindo, representante del Poder Legislativo en el Consejo de la Judicatura, quien se despachó los ahorros de este órgano por mandato de Gómez Cazarín y ahora como papel de baño (gratuito) es desechado.
Que el descredito cumpla con su papel ya que en una de esas Esteban, como fiel lacayo, queda al frente de tan desacreditado changarro.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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