El día de los hechos los padres del menor habían salido a comprar y dejaron dentro del domicilio a su hijo de siete años y a las mascotas. El niño se quedó encerrado en el mismo cuarto junto a dos perros de raza pitbull. Cuando los padres volvieron a su domicilio encontraron al niño de siete años tirado en el piso con diversas mordidas en el cuerpo.
Al parecer los canes atacaron al menor cuando se encontraba solo. La herida que le causó la muerte fue una mordida que tenía en el cuello, donde se aprecia que fue hecha por la dentadura de un perro.