Otros, lo que tienen suficientes neuronas en el cerebro, entienden que, si hay pruebas suficientes para enjuiciar a alguien, no se requieren de consultas públicas; la ley se debe aplicar de manera expedita, no por mayoría de votos. La consulta para enjuiciar a los expresidentes puede resultar tan fallida como la rifa del Avión Presidencial.
Ni se rifó el avión ni se han entregado todos los premios; para lo único que sirvió esa rifa fue para exhibir la inoperancia de un gobierno que llegó prometiendo muchas cosas, como la venta del avión, y que realmente no ha podido con el paquete. Pero el gobierno se envalentona porque tiene una horda de seguidores, los llamados chairos, que si les dicen échense de cabeza de un puente, van y lo hacen.
