Fue una estrategia muy bien pensada que le permitirá un respiro sobre temas delicados como el manejo de la pandemia, los videos de sus hermanos y sobre la falta de medicamentos para niños con cáncer. Es cierto que este destape, donde por cierto deja fuera a Ricardo Monreal, ha hecho que los protagonistas comiencen a moverse.
Como es el caso del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Causabón, quien le toma la palabra al presidente y de paso le agradece que lo haya mencionado. Lo cierto es que esta estrategia es una espada de dos filos, ya que puede desgastar a su partido y acrecentar el canibalismo que ya de por sí ha polarizado a sus correligionarios. Y si no lo creen, que le pregunten a Mario Delgado.