Ahora la magistrada Flores Saviaga dice que doña Isabel Inés debe renunciar porque es claro que no sabe nada de administración, lo mismo que Sofía Martínez Huerta. Pobre de doña Concha, no entiende que pongan a quien pongan, ante el desgaste de la autonomía que el gobierno de la Cuarta Transformación les ha causado al Pode Judicial, éste seguirá siendo un completo desastre.
Culpa Concepción Flores a la mujer que ella misma ungió, dejándose utilizar por sus titiriteros. Pero se le olvida señalar a los verdaderos responsables, aquellos que quizá ya le dijeron que ella podría ser la nueva presidenta del Tribunal Superior de Justicia; y ella se lo va a creer, como se lo creyó Sofía e Isabel Inés, y la historia se va a repetir ad infinitum.