Sin embargo, los maestros mexicanos afiliados al SNTE ya pueden presumir que la SEP les dio 40 pesos para material didáctico y 1.60 pesos por hora en las categorías por hora/semana/mes de las zonas económicas II y III, con efectos al primero de enero de 2021. Esos apoyos económicos son una vergüenza comparados con los que reciben los ministros de la Suprema Corte de Justicia o, peor aún, si les compara con los que recibe la propia Secretaría de Educación Pública.
Por tal razón, es necesario que el Gobierno Federal mueva todo su engranaje político para que los maestros tengan mejores salarios y apresure los cambios democráticos que requiere el SNTE, un sindicato noble, pero que ha sido usado como caja chica por sus líderes sindicales. Además, para nadie es un secreto que la transformación política nacional pasa necesariamente por la democratización de los sindicatos.