*Gobierno de AMLO: más opaco que el de Peña
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / “Nadie sabe, nadie supo”, diría el célebre “Longe Moco” del indiscutible comediante Eugenio Derbez, y la expresión viene “como anillo al dedo” al enterarnos que han pasado más de 260 días de la rifa del avión presidencial y los 100 premios de 20 millones de pesos que obtuvieron escuelas y hospitales de Gobierno –a quienes les regalaron un cachito ante la imposibilidad de venderlos todos-, y es la fecha que la mayoría de estos no ha recibido el ansiado premio. Como bien se sabe, porque ampliamente difundido en su momento, de los 6 millones de boletos del sorteo 235 se vendieron 4 millones 685 mil 800, que representaron el 78.09 por ciento, de tal manera que los sobrantes se repartieron entre las instancias ya citadas. Por la venta de los ‘cachitos’ se recaudaron 2 mil 342 millones 900 mil pesos de los 3 mil millones que era la meta. Aquella vez el Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como un éxito la rifa y adelantó que próximamente su gobierno lanzaría una licitación para adquirir equipo médico para hospitales públicos (algo que no ocurrió porque se vino la Pandemia de CoVid19). “El avión nos va a dar más de 4 mil millones de pesos, y todo ese dinero es para la compra de equipo para hospitales públicos. Y todos esos equipos que se van a comprar, todos van a llevar una plaquita, haciendo referencia al avión presidencial y el año, como parte de inventario”. Pero ni eso fue posible, como tampoco la entrega de 20 millones de pesos a escuelas y hospitales que aún esperan que la palabra presidencial se cumpla, ya que en la Lotería Nacional no dan razón de que fue lo que ocurrió.
Y UNO se pregunta ¿quién se quedó con el dinero de la rifa del avión presidencial, si fueron 13 unidades hospitalarias las que compraron o recibieron uno de los boletos ganadores y solo una, en Sinaloa, acepta haber recibido el dinero?: Porque los que siguen esperando los 20 millones de pesos por unidad, son: 1. Hospital General de Jojutla ‘Doctor Ernesto Meana San Román’ de los Servicios Estatales de Salud en Jojutla, Morelos. 2. Hospital del ISSSTE de Tampico, Tamaulipas. 3. Hospital del ISSSTE de Fresnillo, Zacatecas. 4. Hospital Militar de Zona de Ixcotel, Oaxaca. 5. Hospital General de los Servicios Estatales de Salud en Huixtla, Chiapas. 6. Hospital General de Zona del IMSS en Tepic, Nayarit. 7. Hospital General de los Servicios Estatales de Salud en Boca del Río, Veracruz (cuyo titular evade el cuestionamiento?. 8. Hospital General Regional 220 del IMSS en Toluca, Estado de México. 9. Hospital Integral de los Servicios Estatales de Salud de San Ignacio, Sinaloa (que es el único que acepta haberlo recibido). 10. Hospital General Regional del IMSS en Charo, Michoacán. 11. Hospital Comunitario de los Servicios Estatales de Salud en San Diego de la Unión, Guanajuato. 12. Hospital General Miguel Hidalgo y Costilla Bicentenario de los Servicios Estatales de Salud de Tejupilco, Estado de México y 13. Hospital Militar Regional de la Secretaría de la Defensa Nacional en Torreón, Coahuila.
PERO NO solo hospitales, también escuelas ganadoras se encuentran en ese tenor en Estados como Chiapas, Puebla, Nuevo León, Oaxaca y Veracruz, entre otras, y tampoco han recibido el premio aun cuando el boleto fue regalado, lo que no exime a las autoridades de la Lotería Nacional de entregarlos, y en ese dilema están: 1. La Escuela ‘José María Morelos y Pavón’ en Ocosingo, Chiapas con el premio número 18. 2. Escuela ‘Sor Juana Inés de la Cruz’ en Guadalupe, Nuevo León, con el premio número 28. 3. Preescolar Comunitaria en Aramberri, Nuevo León, con el premio número 35. 4. Escuela ‘Vicente Guerrero’ en Coxquhui, Veracruz, con el premio numero 41. 5. Telesecundaria de Candelaria Loxicha, Oaxaca, con el premio número 58. 6. Escuela ‘Manuel Pozos’ en Xochiapulco, Puebla, con el premio número 59. 7. Escuela ‘Gregorio Torres Quintero’ en Los Reyes, Veracruz, con el premio número 71. 8. Primaria Comunitaria Indígena Quiotepec en Zoquiltán, Puebla, con el premio número 73.
Y SI bien el Presidente Andrés Manuel López Obrador aclaró que estos premios correspondieron a los 42 que fueron ganados por empresarios. “Quiero comentarles que hubieron empresarios que compraron boletos y nos pidieron que entregáramos, en nombre de ellos y de sus fundaciones, los boletos a escuelas pobres. Por eso salieron esos premios en escuelas”, lo que obliga a la Lotería Nacional a entregarlos para que se mejoren las condiciones de esos centros de estudio, sobre todo ahora con el regreso a clases presenciales en el próximo ciclo escolar. Se sabe que 24 de los ‘cachitos’ con uno de los premios de 20 millones de pesos no fueron vendidos, y que López Obrador comentó que el monto total correspondiente a esos boletos iría al Instituto de Salud para el Bienestar, pero esa instancia tampoco asume haber recibido el dinero que serían algo así como 48 millones de pesos, sobre todo ahora que los recursos a esa instancia fueron recortados.
EN SUMA, “nadie sabe, nadie supo”, y como si se tratara de un secreto de Estado, la Lotería Nacional para la Asistencia Pública (Lotenal) decidió reservar la información sobre la entrega de los 20 millones de pesos a los hospitales ganadores de la rifa del avión presidencial, pues de acuerdo al organismo, transparentar si el dinero fue entregado a las 13 unidades hospitalarias que resultaron como ganadoras es un secreto comercial y por lo mismo “debe ser clasificada como confidencial” (lo que quiere decir que algo esconden que haría sospechar hasta al más confiado). En ese sentido, el Comité de Transparencia de Lotenal apeló al artículo 116 de la Ley General de Transparencia para confirmar la respuesta, sin embargo, el mismo artículo explica que la confidencialidad aplica a los sujetos obligados cuando no involucren recursos públicos, y Lotería Nacional omitió detallar el origen del dinero de los ganadores de la rifa del 15 de septiembre.
CON SEMEJANTE actitud, el Gobierno de AMLO demuestra ser cuatro veces más opaco que el de Peña Nieto, ya que con el secreto comercial no hay un tiempo definido para reservar la información, y acaso lo anterior sea un trabajo para el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), tomando en cuenta que es un organismo constitucional autónomo garante del cumplimiento de dos derechos fundamentales: el de acceso a la información pública y el de protección de datos personales, que es el derecho de toda persona de solicitar gratuitamente la información generada, administrada o en posesión de las autoridades públicas, quienes tienen la obligación de entregarla sin que la persona necesite acreditar interés alguno ni justificar su uso. Así de simple…OPINA [email protected]
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