Adulto es golpeado por su sobrino en Xalapa; el agresor se dice “karateka”

El señor Gulmaro Acosta, de 58 años, presentó una denuncia penal, luego de que fuera golpeado por su sobrino, quien lo tiene amenazado y prácticamente “secuestrado”, porque le impide salir de su domicilio FOTO: JUAN DAVID CASTILLA
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Juan David Castilla Arcos / Xalapa, Ver. El señor Gulmaro Acosta, de 58 años, presentó una denuncia penal, luego de que fuera golpeado por su sobrino, quien lo tiene amenazado y prácticamente “secuestrado”, porque le impide salir de su domicilio.

Fue el pasado 8 de junio, cuando recibió una de las peores golpizas por parte de Frederick “N”, de unos 32 años, al igual que su esposa, quien sufre discapacidad motriz y auditiva.

Incluso, su pareja mostró un video con su teléfono celular, donde se observa cuando el sujeto lo toma de los brazos y lo arroja al piso. Posteriormente, le da dos bofetadas.

El adulto mayor mencionó que su sobrino recientemente llegó a vivir al terreno, con dirección en Calzada Luz del Barrio número 45, en la zona oeste de la capital del estado.

El espacio lo comparte con sus hermanas; sin embargo, el joven es una persona conflictiva y violenta que atenta contra la tranquilidad de toda la familia.

«Dice que estudió poses ser karateka, le dije que eso me vale. Me ha amenazado. Lo que debemos hacer es juntarnos todos los hermanos y sacarlo», expresó el agraviado.

El entrevistado recordó que el sujeto lo comenzó a agredir por una disputa para ver quién se quedaría con el servicio de energía eléctrica, cuando él, desde antes de que llegara su sobrino, fue quien instaló la mufa.

«Fue porque le quité la luz, la luz es mía, le estaba pasando luz, de buena gente, pero yo me quedé tres días sin luz, porque metió un cable y tiene unas peceras grandes y no me alcanzaba la luz aquí».

Don Gulmaro presentó la denuncia en la Fiscalía General del Estado (FGE), el mismo día que él y su esposa fueron agredidos, el 8 de junio. Le dijeron que iban a proceder en contra del agresor.

«Me dijeron que esto lleva tiempo. Vinieron los policías, están dando vueltas y me preguntan si me sigue agrediendo, ahorita no lo he visto».

El señor llora de rabia, de coraje, por la impotencia que siente al no poder salir de casa ni siquiera para trabajar y llevar el sustento.

«Yo lloro porque no me puedo desquitar, ahorita le quiero quitar el pozo, me quitó la bomba, me dice: la bomba yo la compré, ya no puedo agarrar agua, el agua me la pasa mi hermana, pero yo hice el pozo», enfatizó.

El adulto mayor pide a la FGE que agilice las investigaciones para que cese la violencia por parte de su sobrino y regrese la tranquilidad a su hogar.

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