Cuando una persona anda mal de salud o está en condiciones económicas precarias, muchos mexicanos se refieren a esa persona como jodido. En ocasiones se una de manera despectiva y en otras sólo como referencia de pobreza. Eso sólo sabe muy bien Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, de hecho, el lema que identifica al gobierno de la 4T es «primero los pobres».
Sin embargo, una cosa es ayudar a los pobres y la otra es utilizar la pobreza como bandera y como base de una política pública que excluya a otra parte de la sociedad, como lo ha hecho con la clase media. El Ejecutivo federal comete un grave error al referirse a la actual sociedad media mexicana como aspiracionista y egoísta.
Por eso hoy en su mañanera quiso componer la plana, pero resultó peor al señalar que busca crear una nueva clase media más humana e incluyente, que no se deje seducir por la oposición, palabras más, palabras menos. Por lo pronto sería bueno que el tabasqueño recuerde que la clase media en México, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), representa el 40 por ciento del país. Así que, o busca un discurso de reconciliación, o se la sigue jugando con los que menos tienen.
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