Sergio González Levet / Esto que le sucedió, me lo cuenta una amable lectora desde Xalapa, pero como involucra a la Dirección General de Tránsito del Estado, imagino que puede estar sucediendo en muchas otras ciudades de la entidad veracruzana.
Como ella hace tan bien y tan explícito su relato, no tengo más que copiar y pegar:
“Buena tarde, Sergio, le quiero contar que hoy tuve que ir a Xalapa, porque fui a una consulta al ISSSTE, debido a que ando mal de una rodilla.
Dejé mi vehículo en la calle que está a un lado de la Clínica de San Bruno, donde acostumbro estacionarme, porque es amplia y no estorba el paso de los camiones, por ejemplo. Pero al salir, me di cuenta de ¡se había llevado la grúa mi carro!
“Fui a la Dirección de Tránsito y pagué 120 pesos de la infracción. Pero resulta que cuado fui a recoger mi coche, me cobraron 1,104 pesos por el arrastre de la grúa.
“Me dicen que esa empresa se la vive fregando a los xalapeños y a los visitantes que se estacionan donde pueden, porque los gobiernos han ido reduciendo los espacios públicos permitidos y es una verdadera hazaña encontrar en Xalapa un lugar adecuado y legal.
“La verdad, ¡me dio mucho coraje!
“Ojalá que pronto haya un buen gobernante que acabe con esa sangría para el pueblo. Y ojalá que tampoco se permitan en la capital los parquímetros que quiere poner la lacra de alcalde que tienen que soportar los pobres xalapeños.
“La gente ya está hasta el gorro de eso.
“Y es que en este gobierno ya no saben cómo robarnos y exprimirnos más nuestro dinero.
“No me explico, señor, cómo fueron tantos a votar a favor de ellos el pasado domingo 6 de junio.
“El próximo año habrá nuevas alcaldesas y alcaldes en todos los municipios de Veracruz. Ojalá que ellos tengan más sensibilidad y decencia.”
Hasta aquí la queja de mi guapa lectora (lo digo porque tengo su foto en la pantalla), que tiene toda la razón del mundo.
Lo que no me explico es de dónde deduce la empresa de grúas que puede cobrar esa cantidad estratosférica -diez veces mayor a la de la infracción- y menos quién se la autorizó.
Eche usted cuentas, y si las grúas recogen unos 50 vehículos diarios en promedio, se están embuchacando más de millón y medio de pesos al mes. Ésos no los gana ni el más ambicioso clasemediero de México.
La verdad es que ese negocio tiene un tufo extraño, y valdría la pena que lo mandara a investigar el Gobernador más honesto del mundo.
A ver qué sale.
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