El misil salió desde el oeste de Midtown, Manhattan, Nueva York; el blanco fue preciso y quirúrgico. La reacción fue casi inmediata por parte del destinatario. Y es que los viejos lobos de mar, del The New York Times determinaron que la información sobre el desastre de la línea 12 del metro en la Ciudad de México, donde involucra directamente al Canciller Marcelo Ebrard, se diera a conocer este fin de semana pasado.
El influyente medio de comunicación dio a conocer un adelanto sobre las conclusiones del peritaje que el gobierno capitalino mandó a hacer con especialistas extranjeros para determinar las causas de la tragedia en la que 26 usuarios murieron el 3 de mayo pasado. Según los resultados del peritaje, su mala construcción se debió a las prisas del jefe de Gobierno por inaugurarla obra antes de que terminara su sexenio.
Aún no se enfriaban las rotativas en el 620 de la Octava Avenida, cuando el canciller Marcelo Ebrard salió rápidamente a desmentir todo y denunciar que el periódico se negó a publicar su versión de los hechos, en la que ponía en duda que su sucesor, Miguel Ángel Mancera, hubiera dado el correcto mantenimiento a la Línea 12. Lo cierto es que, como dice el dicho; «Palo dado ni Dios lo quita», y este trancazo pega duro a las aspiraciones presidenciales del Carnal Marcelo.
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