Para sobrevivir, se acostó bajo un árbol y fingió que estaba muerto, relató Konstantín Valiajmétov, uno de los buscadores. Durante su extravío, el menor no bebió agua de los arroyos para no sudar demasiado y evitar así ser picado por los mosquitos.
De acuerdo con el testimonio del padre del menor, el día de su desaparición comenzó a sentirse enfermo, por lo que en un descuido Kiril decidió bajar sólo de las cordilleras y se despistó en un sendero montañoso. Tras confirmarse su desaparición, se lanzó una operación de rescate que involucró a 160 personas, entre voluntarios, unidades caninas, rescatistas y oficiales de policía.