Claudia Guerrero Martínez / El resultado fue avasallante… Más de 111 mil xalapeños eligieron a Ricardo Ahued Bardahuil como su alcalde por la capital de Xalapa y con el efecto Ahued, se vieron beneficiados diputados impresentables, quienes se pegaron como rémoras al proyecto de una marca reconocida electoralmente en los distritos de Xalapa y en la capital de Veracruz.
MORENA se apoyó en la figura de Ahued y por eso, el triunfo de los improductivos y grises legisladores como Ana Miriam Ferráez Centeno, Rafael Hernández Villalpando, Claudia Tello y Rosalinda Galindo, quienes hicieron nula campaña, aprovechando el efecto del candidato a la alcaldía por Xalapa.
Ahora, es obligación del ganador por Xalapa, poner a trabajar a estos cuatro diputados, tanto locales como federales, por el bien de la capital y en este nuevo periodo, no permitir flojeras o dormir en una hamaca, para solo cobrar cada quincena. Xalapa necesita salir de su pasividad e imperante inseguridad, para brillar como una de las mejores capitales en el ámbito nacional, con oportunidades para invertir, crear fuentes de trabajo y además, ser la ciudad más cultural de Veracruz.
Lo más importante, castigar al actual presidente municipal, Hipólito Rodríguez Herrero por actos de corrupción, desvíos de recursos y además, subejercicios, al regresar el dinero a la Federación, sin aplicarlos a Xalapa, por omisión a un deber legal, desatención, incompetencia y también, por no querer a este municipio que le abrió las puertas.
Ahued tendrá meses para meditar qué hacer con la administración de Hipólito Rodríguez. Olvidar los actos de corrupción del todavía alcalde, pueden ser la peor decisión para el presidente municipal electo y su nueva Comuna. Y que no olvide, Hipólito operó una abierta traición y fue él mismo quien obedeció las órdenes del delegado de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara… Un delincuente que llamaba a Ricardo Ahued “El Señor plástico”, entre otros motes peyorativos.
La beneficiada de Cuitláhuac García, la todavía diputada federal Dorheny García Cayetano, quién engañó a todos asegurando ser xalapeña, cuando es oriunda de Emiliano Zapata y quitarse el apellido García por extraño pasado, tomó el papel de celadora de penal, guardiana y vigilar al candidato de MORENA por Xalapa, en sus actividades proselitistas, para reportarlas a Palacio de Gobierno, con la excusa de ser consejera nacional de MORENA, pero más bien, pretende aprovecharse de la imagen de Ahued para futuras aspiraciones en el Congreso de Veracruz. Una diputada improductiva, sin haber ayudado a Xalapa, ni a Veracruz.
Y no debemos olvidar, los medios de comunicación que le apostaron en abierto al mentiroso David Velasco Chedraui, quien hasta el último momento, trató de engañar al electorado, asegurando tener las actas contabilizadas de su triunfo, cuando fue una terrible mentira. Y esa Prensa contratada para atacar a Ahued, olvidaron favores, apoyos y hasta compadrazgos. Serán los mismos, que cínicamente buscarán acercamiento con el alcalde electo.
Ricardo Ahued Bardahuil tiene un tema difícil y debe medir el costo político de seguir arrastrando, en lugar de equipo, a este equipaje, compuesto por Dorheny, Ana Miriam, Villapando, Claudia Tello y Rosalinda Galindo como pesados lastres en su administración municipal, para presionarlo a que meta a aviadores, inflar la plantilla laboral, condonar multas para amigos y hasta beneficios que pueden lograr, de manera personal. Ahued tendrá la mejor decisión: O librarse de ellos o ponerlos a trabajar por el bien de Xalapa.
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