Recientemente surgió el caso de un hombre invidente que logró recuperar su vista después de mucho tiempo llevando una terapia génica. El grupo de investigadores que estuvieron tras el caso aseguran que, gracias a su terapia experimental, el hombre pudo recuperar parcialmente su vista 40 años después de haberla perdido casi por completo. Estos hallazgos resultan tremendamente emocionantes, pero los autores de este nuevo estudio advierten que serán necesarias más investigaciones para confirmar la efectividad de este tratamiento.
La terapia génica se ha convertido en un proyecto prometedor para superar dolencias que en gran parte resultan incurables y que a menudo son causadas por mutaciones genéticas defectuosas. Estas terapias pueden consistir en editar los genes de células recogidas de nuestro cuerpo en un laboratorio para luego volver a colocarlas en su sitio.
La terapia con células CAR-T para luchar contra el cáncer es un ejemplo de esto o editar las células dentro de nuestro cuerpo directamente, una técnica conocida como terapia génica in vivo. El paciente después de mucho tiempo pudo ver los colores de la vida.
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