El estadio estaba lleno no sólo de aficionados, sino de personajes de la política y el deporte. La madrina del día inaugural fue Vanessa Huppenkothen, conocida conductora de programas de deportes, quien lanzó la primera bola. Todo iba bien, hasta que al gobernador Cuitláhuac García se le ocurrió lanzar la bola también.
De inmediato se escucharon los abucheos y se soltaron los insultos: «Qué atrevido eres idiota»; «es niña, es niña». El gobernador lanzó la bola con tanto desgano que no llegó ni a las manos del cátcher; alguien le recordó su condición: «Eres pendejo». Y así cabizbajo y derrotado, como una premonición de lo que será la elección para su partido Morena, mejor se retiró mientras le repetían: «Qué atrevido es este idiota».