Si la SEP le pide al líder del SNTE que camine descalzo sobre las brasas ardientes, tenga por seguro que Alfonso Cepeda lo haría de manera inmediata. Resulta que el pliego nacional de demandas 2021, que supuestamente se integró a partir de una consulta nacional efectuada por el SNTE, en la que teóricamente participaron un millón 292 mil 66 trabajadores de la educación, sólo fue una simulación. Desde semanas anteriores, la SEP, junto con personeros de Finanzas, ya tenían establecido cuál era el incremento para los maestros, la supuesta mesa de negociación solo sirvió para justificar el trabajo de la Comisión Negociadora del SNTE.
En los hechos, Alfonso Cepeda Salas sólo es un peón más en el tablero político del mandamás de la 4T. Casi todo el magisterio sabe que el presidente no hará ningún cambio ni movimiento brusco en el escenario político hasta después del 6 de junio. Por tal razón, Alfonso Cepeda Salas quiere dar un madruguete al sacar por bloque las respectivas convocatorias para renovar las secciones sindicales vencidas días después de las elecciones, todo con la intención de agarrar desprevenida la disidencia.
Y es que en la cúpula sentista tienen informes de que, en todo el país, los maestros se están agrupando y preparando para dar la batalla en las que serán las primeras elecciones supuestamente democráticas. Claro que lo ideal y más justo para los maestros y participantes es que primero sea la renovación del Comité Ejecutivo Nacional. Algo que hasta el momento parece imposible.
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