El rechazo y la decepción son dos sentimientos difíciles de superar y es demasiado complicado saber qué hacer ante estos sentimientos. A nadie le gusta vivirlos, son incómodos y dolorosos, y podrían dejar cicatrices emocionales duraderas. Recibir una negativa es bastante difícil de manejar. Si para los adultos se torna dificultoso, podemos esperar que resulte aún más complicado para los menores. Ante estos casos, ¿qué se puede hacer para ayudar a los niños que se sienten rechazados por otros niños?
¿Cómo proceder para que aprendan a lidiar con las emociones que acompañan a este sentimiento? Una de las principales acciones que se deben hacer es mostrar afecto, el contacto y la seguridad ayudan mucho a superar esos sentimientos. Esto es lo que el menor necesita para un desarrollo socioemocional saludable. Hacerlo sentir seguro cada día es pieza clave. Pero lo que sobresale como antídoto para la inseguridad son los valores y la ética.
Si desde pequeño se le va enseñando el significado y el desarrollo de los valores como persona y de la ética inquebrantable que como persona deberá tener, será difícil que el pequeño se sienta rechazado o decepcionado. Cabe resaltar que no todo es abrazos y besos para el crecimiento de un niño, ante todo está la ética y los valores.
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