De acuerdo con las primeras investigaciones, el agresor tenía antecedentes de abusar sexualmente de una enfermera, y fue suspendido de su cargo por ingerir bebidas alcohólicas dentro de su horario laboral. El enfermero se encargaba de ocultar las evidencias, las videograbaciones del nosocomio eran sustraídas por este, todos los días.
Por esta razón nunca lo habían descubierto. La mujer murió 24 horas después de la última agresión, debido a que su estado de salud empeoró y tuvo que ser intubada. Mientras tanto, el sujeto permanecerá en prisión hasta que se realice su juicio, en el que las autoridades decidirán si es culpable o no. Cabe señalar que antes de fallecer, la mujer habló con las autoridades y les reveló todo lo que el enfermero le había hecho.