Ana Miriam Ferráez, la que le abrió las puertas a su familia, los del Cártel de Avanradio, a los jugosos contratos de la corrupción; extorsionan, se quedan con los recursos, y siguen extorsionando. En el Congreso local Ana Miriam Ferráez tuvo pocas intervenciones, una de ellas se hizo noticia nacional, pues intentando defender a López Obrador, el personaje que por cierto le daba asco, no supo ni siquiera recordar el nombre del expresidente Vicente Fox.
En esos días el segundo apellido de la diputada fue “Ridículo”, porque cada que se subía a tribuna, ella hacía el ridículo. Pues esta mujer, que acumuló en sus bodegas despensas del DIF (lo tenemos documentado), lucrando con la necesidad de los veracruzanos, ahora quiere reelegirse. ¡Sería el colmo! Por ello, la mejor manera de contrarrestar esa intentona es votando por otra candidata que no sea ella.