Los niños al parecer fueron abandonados por sus progenitores. José Guadalupe de 9 años, Sonia María de 6 años, Armando de 5 años y Santiago de 4 años, dijeron a la policía que sus padres se llamaban David y Edith. Las autoridades comenzaron a indagar por sobre estos sujetos descubriendo que habían sido detenidos ese mismo 12 de mayo cuando robaban botellas de vino en una tienda.
Los progenitores de José, Sonia, Armando y Santiago, habían salido de la habitación a robar botellas de vino dejando a sus hijos en el hotel, pero en el robo fueron descubiertos y trasladados a una cárcel. Los padres en ningún momento mencionaron que sus cuatro hijos se encontraban solitos en la habitación. Hasta el momento los menores quedaron al resguardo de las autoridades.