A muchos mexicanos el presidente Andrés Manuel López Obrador los tiene muy preocupado. Tal parece que viviera en otra realidad, una realidad alterna que él mismo ha ido construyendo con sus propias mentiras. Por ejemplo, se puso a leer la carta que envió a los funcionarios de la Cuarta Transformación, esa donde les pide que sean honestos y que destierren toda forma de nepotismo, influyentismo, amiguismo y corrupción. Pero lo dice como si sus funcionarios, en estos dos años y medio, estuvieran siguiendo su recomendación al pie de la letra.
El caso es que pocos, muy pocos funcionarios de la 4T le hicieron caso al “viejito chocho”. Y aquí es donde se molestan los seguidores de López Obrador, porque le decimos “viejito chocho”. No se enojen, el mismo López Obrador reconoció que ya está chocheando.
En su conferencia mañanera comentó que los trabajadores de la refinería de Dos Bocas le decían: «Gracias por el trabajo» y le pedían que se reeligiera. Honesto como pocas veces, el presidente les contestó: «No, que no ven que ya estoy chocheando y soy partidario de la no reelección, soy maderista, ya hasta el 2024 y me jubilo». En esto coincidimos con el presidente, cada día son más claras las evidencias de que el presidente ya está chocheando, y eso es un riesgo para el país.
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