Salvador Muñoz / Seguridad Pública, alumbrado, obra pública, servicios básicos… pueden ser los lugares comunes en que incurran los candidatos así como los ciudadanos cuando se trata de externar las demandas que imperan en una ciudad…
En Xalapa, Emiliano Zapata, Veracruz, Boca del Río, Medellín, es curioso, pero hay un común denominador entre los candidatos a los diferentes cargos de elección popular: el agua… eso sí, con una ligera variante.
Por ejemplo, en la capital veracruzana, el problema de abastecimiento se combina con la exhibida que cada aguacero genera a la falta de planeación para evitar inundaciones ya no sólo de calles y negocios, sino ahora, hasta de hogares. Por cierto, la candidata de Redes Sociales Progresistas, Itzel Jurado Ortiz, puso el dedo en la llaga al exponer que autoridades estatales y municipales, al permitir el arribo de “paracaidistas” en un predio que afectará las fuentes de agua al cambiar el uso del suelo, afectarán el suministro del vital líquido a la Xalapa.
Cosa contraria ocurre en Emiliano Zapata, donde se requiere de abastecimientos para temporada de sequía. Allí propuso Renato Alarcón Guevara, tanques elevados para garantizar el suministro del vital líquido.
Veracruz, Boca del Río y Medellín se cuecen aparte porque el problema va más allá de lo que acontece en los anteriores municipios. El asunto se llama Grupo MAS.
En estas elecciones, el Grupo MAS se volvió estandarte de los candidatos que buscan presidencias municipales, curules locales y federales… salvo por un ligero detalle: ya en agosto del año pasado, todo pintaba para que Morena abanderara esta causa que desde que se privatizó el sistema, nomás no ha dado el ancho en su servicio, ya sin contar con el negro antecedente que permea a la empresa a la que relacionan con Odebrecht, la que a su vez, vinculan con turbios negocios de Javier Duarte de Ochoa y que de un modo u otro, igual alcanza a Enrique Peña Nieto cuando presidente.
Allá por 2019, en las redes sociales circuló la petición a Cuitláhuac García, vía Change.org, para que retirara la concesión que por 30 años tiene el Grupo MAS para prestar este servicio que se ha caracterizado por ineficiente e insalubre, al grado de que representa para las familias de los tres municipios involucrados, graves riesgos para su salud… así, de ese tamaño.
Y si bien, los candidatos del PAN y del PRI hoy se le van a la yugular a Grupo MAS, los morenos se regodean recordándoles que por Veracruz, uno de los alcaldes que más énfasis puso a la desaparición del Sistema de Agua y Saneamiento fue Ramón Poo Gil, ya sin contar la bancada priísta que apoyó la propuesta; y aunque en un inicio, Miguel Ángel Yunes Márquez, en ese entonces alcalde de Boca del Río, estaba reacio a ello al final, acabó por firmar también la extinción del SAS… y al tiempo, se dio la concesión a Grupo MAS por 30 añotes.
Dos cosas:
1.- SAS siempre funcionó como una caja chica y agencia de colocaciones para el gobernador y alcaldes del partido en el poder, lo que llevó de cierto modo, a un mal servicio y al quiebre de las finanzas del Sistema.
2.- Grupo MAS, en teoría, era una buena idea, y harto ambiciosa para los ávidos ciudadanos porteños de un buen servicio, pero con el arribo de esta empresa ligada a Odebrecht, los problemas no se acabaron, ¡se intensificaron!
A una semana de iniciadas las campañas electorales, el candidato moreno por la alcaldía porteña, Ricardo Exsome Zapata, advirtió que, de favorecerle el voto de los ciudadanos, requisará Grupo MAS.
¿El porqué tal verbo, Requisar, lo emplea Exsome? Ah, porque mientras los otros hablan de exigir, vigilar, revisar, el Moreno lo hace más fácil: retirarle la concesión por el interés público, social, la concesión a Grupo MAS.
Tal anuncio, por supuesto, agrada al porteño, al boqueño y al de Medellín, que perciben el servicio de Grupo MAS, como un problema social de grandes dimensiones y abona a la pretensión del moreno con miras a la alcaldía porteña… lo del agua, ¡al agua y al ciudadano!
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