*Lelo de Larrea el laboratorio adecuado
Claudia Guerrero Martínez / NO ERA un tema que viniera al caso, pero el Presidente Andrés Manuel López Obrador decidió “medirle el agua a los camotes”, y en ese tenor soltó en su mañanera que en la refinería de Dos Bocas, Tabasco, le pidieron que “me reelija”, pero él les respondió: “no, que no ven que ya estoy chocheando”, y acto seguido soltó una carcajada siniestra, rara, como de esos mamíferos que a pesar de la tragedia se carcajean. Fue desconcertante escuchar nuevamente al titular del Ejecutivo Federal referirse a un tema que está de más, que ni siquiera debería abordarse ya que la Constitución es muy clara en su Artículo 83 cuando determina que: “El Presidente entrará a ejercer su encargo el primero de Diciembre; durará en él seis años y nunca podrá ser reelecto para el período inmediato. El ciudadano que substituyere al Presidente Constitucional, en caso de falta absoluta de éste, no podrá ser electo Presidente para el período inmediato”. Pero AMLO insiste en debatir el tema ante los medios que acuden a su mañanera, la mayoría gestores o “comunicadores” a modo, y al relatar su gira de trabajo de fin de semana por Tabasco, Veracruz y Oaxaca, detalló que se reunió con los trabajadores que construyen la nueva refinería y le decían: “gracias por el trabajo, y voy a decir otra cosa que les va a molestar mucho a los conservadores, mis adversarios: ´reelíjase jajaja (soltó la carcajada siniestra), reelíjase´; yo les decía; ´no, que no ven que ya estoy chocheando y soy partidario de la no reelección, soy maderista, ya hasta el 2024 y me jubilo´”. Y luego, para matizar como lo idolatra el pueblo contó: “Me bajaba, me tomaba fotos, no vaya ser que por esto me cepille el INE, lo único que les pedía es que no las suban”.
NO ES secreto que la “No Reelección” fue un principio fundamental enarbolado por la revolución maderista de 1910 contra la dictadura del general Porfirio Díaz. Ese legado fue retomado por la lucha constitucionalista, a tal grado que el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza decretó el 30 de Septiembre de 1916 la desaparición de la Vicepresidencia que consideró un elemento de división entre los mexicanos, y decretó la reforma del artículo 72 de la Carta Magna proclamada el 5 de febrero de 1857 referente a la “No Reelección” del presidente de la República. Dicho decreto fue fijado en bando solemne en las principales ciudades del País el 4 de octubre de ese mismo año, y con ello Carranza aseguraba que el principio democrático de la “No Reelección” estaría presente en la redacción de la nueva Constitución.
PARA EL 29 de Abril de 1933, tras el fallido intento de Álvaro Obregón de volver a la Presidencia tras haber dejado un sexenio en manos de Plutarco Elías Calles, siendo asesinado en el restaurante La Bombilla el 17 de Julio de 1928, y luego de tres presidencias de dos años y el acceso al poder del general Lázaro Cárdenas, se reforman los siguientes artículos de la Constitución: 51 para ampliar el periodo de los diputados a tres años; 55 para prohibir a los gobernadores ser diputados durante el periodo de su encargo, aunque se separen de su puesto; 56 para ampliar el periodo de los senadores a seis años y disponer la renovación total de la cámara de senadores; 58 para igualar requisitos para diputados y senadores, excepto el de la edad; 59 para prohibir la reelección inmediata de diputados y senadores propietarios, aun como suplementes; 73 para normar las licencias presidenciales y cómo cubrirlas; 79 para normar las licencias del presidente, y el 83 para establecer la no reelección absoluta de quien haya ocupado el cargo de presidente de la República con cualquier carácter. También se reformó el 84 constitucional para normar la falta absoluta de Presidente y cómo cubrirla; 85 para disponer que el presidente cuyo periodo haya concluido no podrá prolongar su mandato bajo ninguna circunstancia (lo que, seguramente, busca AMLO tomando como ejemplo el caso Arturo Saldívar Lelo de Larrea; y 115 para establecer la no reelección inmediata de presidentes municipales, regidores y síndicos de los ayuntamientos, y miembros de consejos municipales o juntas de administración civil; para prohibir la reelección de los gobernadores designados por elección y la reelección inmediata de sus sustitutos e interinos, cuando desempeñen el cargo durante los dos últimos años del periodo, y para prohibir la reelección inmediata de los diputados propietarios de las legislaturas locales.
FUE EL 30 de Septiembre de 1934 que el Comité Nacional del PNR (abuelo del PRI, de donde emerge, realmente Andrés Manuel López Obrador, como primera traición y luego del PRD, como segunda) fijó la postura que sostendría en su próxima Asamblea: no reelección absoluta para el presidente de la República y los gobernadores constitucionales de los Estados; los gobernadores sustitutos, interinos o que bajo cualquier denominación ejerzan el cargo en los dos últimos años del periodo, no podrán ser electos para el periodo inmediato; los gobernadores no podrán ser electos senadores o diputados al Congreso de la Unión durante su periodo aunque se separen del puesto; los senadores y diputados al Congreso de la Unión, así como los presidentes municipales y regidores no podrán ser reelectos para el periodo inmediato; las juntas de administración civil recibirán el mismo tratamiento que los ayuntamientos. El periodo de los senadores será de seis años en lugar de cuatro y el de los diputados de tres en vez de dos. La renovación del Senado será total cada seis años y no por mitad.
PERO AMLO insiste en un tema tan espinoso para el País, acaso fortalecido por un Ejército, Marina y Fuerzas Armadas a las que ha dado todo, y en se tenor trae a colación insistentemente un asunto que ni siquiera debería ser abordado, pero lo hace realmente deseándolo, tocando la temperatura de la caldera, acaso buscando imitar a Nicolás Maduro, en Venezuela; al depuesto Evo Morales, en Bolivia; Daniel Ortega en Nicaragua y los hermanos Castro Ruz en Cuba. AMLO repite: “los trabajadores de la refinería de Dos Bocas me pidieron que me reelija”, y esto será solo el principio de otras supuestas demandas en otras partes del País cada vez que salga de gira los fines de semana: también me pidieron que me reelija en tal o cual lugar, hasta crear un escenario repetitivo, avasallante y demandante, ante el cual hará como que se niega pero, en realidad, estaría deseando ya no reelegirse sino ampliar su periodo otros tres o cuatro años, tal como ordenó se hiciera con el espacio del Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Saldívar Lelo de Larrea. AMLO insiste en la reelección y, por lo visto, es una idea que comienza a incubársele en la mente como una obsesión, aunque diga lo contrario. OPINA [email protected]
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