Juan David Castilla Arcos / Actopan, Ver. La laguna de El Farallón, municipio de Actopan, ha desaparecido en un 98 por ciento y el olor a muerte se respira en la zona, denunciaron los pescadores, quienes están inactivos por la falta de agua.
De acuerdo con Antonio Vázquez Cervantes, miembro de la Cooperativa de Pescadores de la Laguna de El Farallón, solo quedan dos hectáreas de agua, pero su aspecto ahora es grisáceo.
El humedal de 180 hectáreas se observaba desde la carretera federal Cardel-Nautla, mejor conocida como la Costera del Golfo, entre la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde y el poblado El Viejón; sin embargo, el cuerpo de agua luce seco.
Lo que algún día fue el fondo de la laguna, ahora solo es fango agrietado, donde pelícanos y peces murieron, quedando sus restos atorados entre el lodo.
En un recorrido realizado el pasado 17 de abril, se constató que aún había cerca de un 40 por ciento de agua; sin embargo, a casi un mes de esa fecha, la pérdida del humedal es casi total.
«Hay un olor a la pérdida de vida que en ella se encontraba, seguramente en lo que resta de agua deben estar los peces, si es que aún hay y si no es que ya todos murieron, pero de la fecha en que ustedes vinieron ahorita es una disminución pero muy grande», comentó Antonio.
Los pescadores atribuyen este problema a las mangueras que fueron detectadas para la extracción ilegal del agua, misma que era utilizada para cultivos, rancherías y la minería a cielo abierto.
La misma Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó esta situación en un comunicado oficial, donde indica que se realizaron inspecciones con la participación de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), agentes municipales y pescadores.
La dependencia federal halló tres cruces de mangueras, lo que disminuyó el nivel de la laguna ya afectado por el estiaje, la extracción de agua de pozos cercanos, la sobreexplotación de ranchos ganaderos, el azolve de la propia laguna y del afluente que la alimenta e, incluso, por la actividad de algunas mineras que se encuentran en la región.
Conagua admitió que la situación de la laguna es delicada y refrendó su disposición a colaborar con las autoridades correspondientes, en el ámbito de sus responsabilidades, para establecer las acciones necesarias y así garantizar su mejora.
Desde hace unas cuatro semanas, las mangueras fueron retiradas, luego de una supervisión por parte de personal de la Procuraduría Estatal de Medio Ambiente (PMA); sin embargo, el agua siguió desapareciendo y, hasta el momento, no habido ninguna otra acción por parte de las autoridades para evitar la pérdida total de la laguna.
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